El equipo dirigido por Sergio Hernández se coronó por segunda temporada seguida venciendo en el quinto juego a Atenas.
Peñarol le ganó anoche 89-83 a Atenas de Córdoba en el Polideportivo Islas Malvinas y capturó por tercera vez en la historia la Liga Nacional de Básquetbol, la segunda de manera consecutiva, al adjudicarse la serie final por cuatro juegos a uno.
El equipo más regular del año conquistó así su tercer corona luego de las ligas 1993-94 y 2009-10, accediendo al bicampeonato tras ganarle las últimas dos definiciones al equipo cordobes.
Leonardo Gutiérrez fue el jugador más destacado en el Milrayitas con 25 puntos, seguido en el goleo por Facundo Campazzo, autor de 16 tantos proveniendo desde la banca.
En la visita Greg Lewis fue el máximo anotador del partido con 31 unidades, aunque debió salir cerca del final por cinco faltas.
Como en las máximas fiestas albergadas en este estadio, el Polideportivo Islas Malvinas se vistió de fiesta para recibir a Peñarol en el quinto juego de la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol.
Las finales de básquetbol y vóleibol de los Panamericanos de 1995, la definición de la Copa Davis de 2008 ante España y algún clásico ante Quilmes por los playoffs obligaron a este escenario a “estirarse” y anoche pasó lo mismo, con casi 9000 personas que lo colmaron.
El arranque tuvo como dominador al Milrayitas, que de la mano de Leo Gutiérrez, Kyle Lamonte y Tato Rodríguez se escapó a 10 puntos (17-10) en los primeros cuatro minutos de juego.
Los cordobeses endurecieron su defensa y mejoraron en ofensiva. Lewis desde el poste, un triple de Lezcano y una corrida de Rivero, achicaron la diferencia a 19-16 cerca del final del primer parcial.
Ya en el segundo cuarto, el intercambio de ataques favoreció a los Griegos, que igualaron en 37 de la mano de un inspirado Miguel Gerlero, quien ingresando desde la banca aportó 10 tantos.
Esta paridad tuvo una particularidad: Leo Gutiérrez no estuvo en cancha. A su regreso lo primero que hizo fue acertar un triple fantasmal para asustar cualquier intento de levantada. Pero fue sólo susto, porque Atenas no retrocedió y terminó la primera mitad mejor de lo que hubiese soñado luego del arranque 49-48.
El famoso “nombre por nombre” fue lo único que puso Peñarol en cancha en el arranque del tercer parcial. Se puso al frente, pero nunca pudo escaparse porque mostró carencias defensivas.
Peña acertó con los triples de Rodríguez y Gutiérrez, pero desde el otro lado Lewis contestó con buenos ataques para que el final de ese cuarto fuera de 67-66.
A fuerza de coraje, como cuando las cosas no salen, Facundo Campazzo y Alejandro Diez le permitieron a los hinchas descargarse y a Sergio Hernández entender que era una buena forma de arrancar el último parcial. Pero, de nuevo Lewis se encargó de emparejar todo y puso las chapas iguales en 72, luego de una pequeña luz de cinco que habían sacado los locales.
Irresoluto Peñarol, Atenas sacó provecho como nunca de los errores de su rival con una gran actuación de sus extranjeros. A 3 minutos del final Greg Lewis cometió su quinta falta y la visita perdió su carta más importante.
Con ese golpe para los cordobeses, los locales sacaron una luz de cinco puntos, pero un enredo más en el ataque y otra mala transición a defensa le dieron nueva vida a Atenas, luego de un triple de Gerlero a 27 segundos del final, 83-81.
La línea de libres fue la mejor aliada de Peñarol, que desde ahí mantuvo una ventaja de la mano de Campazzo, quien además robó el último balón en la cara de Lábaque que terminó dándole el triunfo, la serie y el bicampeonato a los marplatenses tras el 89-83 final.
Fuente: DyN