Descartó de alguna manera figuras conocidas para sucederlo cuando afirmó que debe ser “una cara nueva” y aún más que “no haya tenido protagonismo”. En tanto, desde la Casa Rosada, deslizan que verían con buenos ojos que el polémico dirigente gremial “diera un paso al costado”.

La posible salida de Moyano al frente de la CGT la instaló Oscar Lescano este miércoles al verbalizar lo que en algunos sectores de la sociedad desean, entre ellos, empresarios y el Gobierno cuando dijo como al pasar a ámbito.com “me dijeron que Moyano se quiere ir”. Antes, Lescano había reconocido la necesidad de contar con una CGT unida y admitió que después de las elecciones de octubre se comenzaría a conversar para llamar a un Congreso. Cabe recordar que Hugo Moyano, titular actual de la central obrera tiene mandato por un año más, es decir que para haya un recambio, sólo sería posible si el dirigente camionero da un paso al costado o lo “empujan” para que lo dé.

En tanto, en el Gobierno las declaraciones del dirigente de Luz y Fuerza Oscar Lescano cayeron bien ya que les agrada la idea que Moyano dejara la conducción, aunque no lo admitirían en público. Comentan en los pasillos de la Casa Rosada que a Cristina le cayó muy mal lo que se interpretó como un mensaje de Moyano en contra del Gobierno al hacer conocer que “no fue a votar” (por tener gripe). También comentan que Moyano criticó al secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, dirigentes de La Cámpora y hasta a la Presidente por la confección de las listas de Diputados. Aunque, otros interpretan que estos cuestionamientos ante dirigentes gremiales fueron una manera de excusarse por no haber conseguido más representación de los trabajadores en las listas de legisladores.

En tanto, encuestas reservadas muestran que el dirigente camionero tiene más de 65% de imagen negativa en la sociedad y por ello, el oficialismo busca despegarse del que, en el pasado reciente, “fuera un aliado”. Además, explican, Moyano no concuerda con la estrategia del discurso reciente de Cristina de Kirchner que consiste en apelar a la unión de los argentinos y evita los mensajes confrontativos. En este contexto en los pasillos gubernamentales dicen que “cuesta imaginar a Hugo hablando de amor y paz”. No son solo los dichos de Moyano que irritan a la sociedad sino los métodos: los piquetes, las actitudes prepotentes que le incluso lo fueron aislando de numerosos dirigentes sindicales.
Fuente:ámbito.com