La Policía decide no actuar a instancias de la empresa propietaria de la plaza Zuccotti, donde se asientan los manifestantes.
Duros enfrentamientos entre la Policía de Nueva York y los indignados del Movimiento Occupy Wall Street después de conocerse que se posponía la limpieza de la plaza Zuccotti, asentamiento de los manifestantes desde mediados de septiembre.
Según la cadena NBC, entre seis y siete personas habrían sido arrestadas por los agentes, después de que centenares de manifestantes hayan marchado desde la plaza en dirección a Wall Street, donde antes de llegar se han topado con un amplio despliegue policial.
Estos incidentes se producen después de la decisión de posponer el desalojo de los manifestantes de la plaza a instancias de la empresa propietaria de la misma, Brookfield Properties. “Esta noche hemos recibido la notificación de que Brookfield Properties pospone la limpieza del parque así como la asistencia policial requerida esta semana para dicha operación”, asegura el vicealcalde de Nueva York, Cas Holloway, en un comunicado.
Según esta nota, la empresa considera que puede alcanzar un acuerdo con los manifestantes que permita mantener el parque “limpio, seguro y disponible para el uso público” y que “la situación es respetuosa con los residentes y los negocios” de la zona.
Al conocer la noticia, los manifestantes, que ya se preparaban para un posible enfrentamiento con la policía, han estallado de alegría, tal y como relata The New York Times.
“Esto es increíble”, aseguraba Mary Hickok, de 31 años, a un medio local de Manhattan. “La gente ha hablado y se nos ha escuchado”. “Estoy sorprendida de que el 1% nos haya escuchado, pero no estoy sorprendida del poder del pueblo”, añadía Jennifer Wilder, de 25 años.
Muchos de los que ocupaban la plaza a primera hora de este viernes habían acudido a la zona para ofrecer su apoyo a los manifestantes. “Me voy a casa”, aseguraba Ben Truehaft, de 64 años. “Esto es bueno porque tengo mucho que hacer hoy”, añadía. “Estoy aquí por él”, explicaba Arsenia Reilly, de 33 años, sujetando a su hijo de 13 meses con quien ha llegado a las 5.30 de la madrugada. “Creo que todo el mundo está aquí por él, si me hubiera quedado en casa, habría sido un perjuicio hacia él”.