El empresario inmobiliario local Alejandro Acampora no ve que el mercado inmobiliario se haya resentido en esta semana a consecuencia de los controles impuestos por la AFIP.
Lo dijo este miércoles en Punto de Partida (FM 101.9), luego que se le consultara acerca de las repercusiones que podrían traer aparejadas las nuevas medidas.
Acampora ratifica sus dichos, comentando que quien reservó hace poco, lo está haciendo ahora y/o piensa comprar en breve, es casi seguro que ya tiene apalancada su inversión en Dólares, con lo cual solo tiene salir a buscar y encontrar el inmueble que le guste y le sirva a sus necesidades. Si esto sigue así en el tiempo, quizás para después del verano pueda complicarse un poco si el que quiere comprar no tiene Dólares.
Sí es cierto, aclara, que en algunos casos, como en los créditos hipotecarios que se manejan en Pesos, los compradores deberán esperar unos días a que se tranquilice esta situación para luego poder comprar los billetes necesarios para completar la operación. En ese sentido, dice que las partes están conversando y que, mayoritariamente, los propietarios mantienen el valor y acceden a la espera de corto plazo.
Sobre esto mismo, ante otra consulta el profesional inmobiliario dice que no ha habido retiro de propiedades de la venta como tampoco variación de precios ni retracción en la demanda. “El lunes pasado, al mediodía corrían muchas consultas dado que se pensaba que estábamos ante un ‘corralito verde’, pero con el correr de estos últimos dos días, las dudas se fueron disipando”, puntualizó.
Con relación a la moneda de pago para la compra de propiedades, el directivo de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires explicó que “tanto en Mar del Plata como en otras grandes ciudades, fuera de la zona del centro hay propietarios que siguen ofreciendo sus inmuebles a la venta en Pesos, como pasa también en muchas ciudades chicas y pueblos del interior del país. La moda de pedir el pago en moneda extranjera, nació en nuestro país en la época de Martínez de Hoz como Ministro de Economía y siguió luego en la década del ’90 con la dolarización general de la economía”.
Finalmente, sostuvo que aunque parezca contradictorio, también la restricción de adquisición de divisas puede terminar beneficiando al mercado, ya que “la tierra y los ladrillos siguen siendo refugios tradicionales de ahorro, tanto por la seguridad que brindan como por la renta que generan y la actualización del capital invertido”.