El Gobierno de la isla habilita las transacciones inmobiliarias tras casi cinco décadas de prohibición. La medida es una de las 300 reformas que impulsa el presidente Raúl Castro para reactivar la economía de la isla.
Los cubanos podrán comprar y vender casas legalmente desde la semana próxima, tras casi cinco décadas de prohibición, cuando entre en vigor una de las medidas más esperadas de una serie de reformas emprendidas por el Gobierno comunista.
Desde el 10 de noviembre estará permitida la compraventa, permuta, donación y adjudicación -por divorcio, fallecimiento o salida definitiva del país del propietario- de viviendas tanto entre personas naturales cubanas con domicilio en la nación y extranjeros residentes permanentes, según la resolución que detalla las nuevas regulaciones.
“La experiencia alcanzada (...) así como la necesidad de contribuir a la solución del problema habitacional en el país, aconsejan eliminar prohibiciones y flexibilizar limitaciones en los actos de transmisión de la propiedad de la vivienda”, dijo el texto de la resolución publicada en el sitio digital www.gacetaoficial.cuba
La oficialización de una transferencia inmobiliaria se realizará ante notario y se aplicarán los impuestos correspondientes, estipula la resolución, que forma parte de las más 300 reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro para reactivar la frágil economía cubana.
El mercado inmobiliario y de vehículos estuvo fuertemente restringido desde hace casi 50 años, provocando el malestar de muchos cubanos.
La compraventa de casas se produce después de la puesta en marcha en octubre de otra medida que flexibilizó la adquisición y oferta de autos, legalizando un mercado que fluía de manera ilegal. La resolución anunciada el jueves mantiene, sin embargo, la restricción de poseer una única vivienda por persona como residencia permanente “y otra en zonas de descanso o veraneo”.
La medida llega cuando el Gobierno trabaja en una esperada reforma migratoria para que los cubanos puedan viajar con mayor facilidad, aunque el Ejecutivo no ha dado pistas sobre cuáles serían los cambios, ni cuándo se pondrían en marcha.
El Gobierno ha dicho que a partir de ahora los cubanos que abandonen definitivamente el país podrán traspasar sus casas a familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad, una disposición que antes no era posible ya que debían dejar sus propiedades al Estado.
Raúl Castro, que reemplazó en la presidencia a su convaleciente hermano Fidel en febrero del 2008, dijo en agosto ante el Parlamento que “el país está en la senda de modificar decisiones que jugaron un papel en su momento y que perduraron innecesariamente”, en alusión a una “actualización” sobre las regulaciones de viajes.
Con la largada de la compraventa de inmuebles, el Gobierno busca estimular la construcción, frenar la corrupción en el sector y generar ingresos al Estado por concepto de impuestos.
La mayoría de las casas, edificios y apartamentos en Cuba datan de antes de la revolución de 1959.