Este lunes más de un centenar de obispos se recluirán en El Cenáculo de Pilar para celebrar la 102º Asamblea Plenaria, en la que se definirá al nuevo titular de la institución, porque Bergoglio no puede ser reelecto por un tercer período. El ex obispo de la diócesis de Mar del Plata, José María Arancedo es uno de los candidatos.
El secretario de Culto, Guillermo Oliveri, anticipó hoy que “no va a cambiar” la relación con la Iglesia con el futuro reemplazo de Jorge Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Argentina y destacó que “siempre ha habido muy buen diálogo”.
Según estimó Oliveri, “todo indica que el miércoles” se conocerá al nuevo titular de la comisión ejecutiva, que tiene entre sus principales candidatos a José María Arancedo (Santa Fe), Héctor Aguer (La Plata) y Andrés Stanovik (Corrientes).
El funcionario reconoció que “es común que pueda haber diferencias, pero tanto el Gobierno como la Iglesia buscan siempre el bien común”, por lo que descartó que pueda haber cambios en el vínculo de acuerdo a quién sea el elegido para suceder a Bergoglio.
En ese sentido, indicó que “en la Iglesia hay distintos nombres que se expresan de diferentes maneras, pero eso no hace alusión a un grave conflicto que no se pueda resolver”, dijo en declaraciones a Radio El Mundo.
Sin un referente con claro liderazgo, Arancedo -moderado y dialoguista- aparece a priori con más chances para ser presidente del Episcopado y es un candidato visto con buenos ojos, aunque con prudencia, en la Casa Rosada.
Primo hermano de Raúl Alfonsín, conoce a la presidenta Cristina Fernández, ya que formó parte -en representación del Episcopado argentino- de la comitiva que viajó al Vaticano para conmemorar junto a Benedicto XVI el acuerdo por el Canal Beagle.