Noticias y, sobre todo, rumores de todo tipo ruedan por las pantallas de las computadoras, respecto al asteroide 2005 YU55, una roca de entre 175 y 200 metros, que este martes 8 de noviembre pasará a unos 324.600Km de la Tierra.
La primera pregunta seguramente será: ¿Cuánto hay de verdad en que pasará más cerca de la Tierra de lo que lo está la Luna?
La respuesta es que eso es correcto, pero no hay que confundirse dentro de la inmensidad del espacio y el Universo.
Para comprenderlo mejor, quizás sea conveniente imaginar una escala de distancias-tamaño, en la que nuestra Tierra fuese una esfera de 12,6 centímetros de diámetro, entonces la Luna, sería otra esfera, pero de 3,4 centímetros ubicada a casi 4 metros de la “Tierra” (3,85cm para ser más exactos) lo que equivaldría a los 385.000km, la distancia promedio que nos separan de nuestro satélite natural. Finalizando nuestra escala, con el asteroide 2005 YU55, representado por una pequeña roca de tan sólo 2 milímetros a ¡3,30 metros de nuestra “Tierra”
Por lo dicho, es fácil ahora ver que no nos afectará, ni alterará.
Quizás algunos pregunten entonces, si no existe posibilidad de que cambie su curso tornándose peligroso o causando algún daño, y la respuesta es un rotundo no.
Los asteroides (o cuerpos en general) no cambian su ruta así como así, cuando sucede es debido a la interacción con otro cuerpo, algo que aquí no hay posibilidad de que ocurra, al menos en esta oportunidad.
El asteroide es atentamente seguido por observatorios de todo el mundo y grandes (y reconocidos) radiotelescopios como el de Arecibo, por ejemplo, ubicado en Puerto Rico, (que en tantas películas hemos visto) gracias a los que se ha podido conocer mejor su tamaño, órbita y hasta forma, la que resultó ser casi esférica.
¿Por qué tanto alboroto entonces? Porque si bien es un asteroide cuya órbita pasa habitualmente por las “cercanías” de la Tierra (de Venus y Marte también) este su paso más cercano de los últimos 200 años, según se ha calculado y la última vez que una roca de este tamaño nos “pasó cerca”, fue en el año 1976, aunque en aquel momento no lo supieron con anterioridad.
La tecnología mejora, la atención también, y en este caso pudo saberse con anticipación trayectoria, distancia, tamaño y día. El próximo, que se sepa, que nos “visitará” teniendo un tamaño similar, será en el 2028, aunque hasta ese día, hay muchos otros de menor tamaño que seguramente pasarán, aunque con mucha menos prensa que este.
Relájese, pague sus cuentas y no se sincere descontroladamente, porque el día 9 de noviembre amanecerá como siempre y quizás el problema con el que se encuentre, no sea causado por una roca del espacio.
Gentileza:Claudia C. Pérez Ferrer
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