Residentes y turistas, fanáticos de los motores o simplemente curiosos, saludaron con fervor el paso de las máquinas a lo largo de los 6 kilómetros recorridos desde la Base Naval de la ciudad hasta la plazoleta Almirante Brown, donde se montó la rampa de partida.

Desde temprano, la ciudad aportó una escenografía perfecta: cielo limpio, el océano Atlántico de fondo y una temperatura de 24 grados en descenso paulatino por el viento costero.

El público, tal como sucedió en las ediciones anteriores con la custodia del Obelisco porteño, tuvo un protagonismo central por la euforia desatada ante cada aceleración.

“Han elegido una ciudad maravillosa y con una gente tan o más cálida que en Buenos Aires”, aseguró el motociclista francés Cyril Despres, ganador de su categoría en 2010.

Por su parte, el argentino Marcos Patronelli, campeón en cuatriciclos ese mismo año, expresó: “Esto es fantástico, lo hemos vivido antes, pero aquí, al lado del mar, es único”.

El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, aseguró que el Rally Dakar 2012 representa “lo máximo a nivel deportivo” en la historia de esa ciudad balnearia.

La largada simbólica de la competencia se inició con el desfile de motos y cuatriciclos a la espera de los autos y camiones, que cerraban la jornada en horario cercano a la cena de fin de año.

La competencia se largará este domingo a partir de las 5.45, cuando la primera moto deje el campamento.