En declaraciones a Cazador de Noticias, Aceto explicó: “esta iniciativa se inspiró en un proyecto desarrollado por Curitiva, Brasil, a partir de la década del 60”. “En ese entonces – detalló – ellos pensaron una red integrada de transporte que respondía a las necesidad de desplazamiento de países como el nuestro, subdesarrollados, que no tiene los fondos suficientes para construir subterráneos”.

Y prosiguió: “así fue como implementó un diseño que reunía tres o cuatro líneas de transporte que se manejaban con estaciones de trasbordo, a partir de las cuales, con un mismo boleto, uno podía ir de un lugar a otro de la ciudad”.

En idéntico sentido, el dirigente de Pacto Solidario se explayó: “esta red, que ha reemplazado paulatinamente al transporte privado, transporta hoy a dos millones de pasajeros por día e intenta ser emulada por Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero sólo a este nivel”.

“Digo así – se justificó Aceto – porque lo que Curitiba es algo más que un sistema de transporte; es más bien una visión de ciudad, que le permitió mejorar el grado de certidumbre en torno a la planificación y así atraer inversiones”.

Al respecto, el ex pre-candidato especificó: “el proyecto de transporte y tránsito fue acompañado en la ciudad brasileña por una descentralización de la organización gubernamental, que fue desplazada del casco histórico y repartida en diferentes sectores del distrito”.

“En consecuencia – remarcó Aceto – le sugiero al intendente y a sus funcionarios que, antes de concretar esta iniciativa, deberían pensar en la concepción de ciudad que inspiró, en su momento, a Rabinovich y Lerner, es decir, a los alcaldes de Curitiba que diseñaron este proyecto”.

Y acotó: “sin lugar a dudas, sus mentes apostaron el largo plazo y fueron correspondidas con la coherencia de los gobiernos posteriores, incluso los militares, que mantuvieron el plan en el tiempo”.

Asimismo, Aceto repasó: “gracias al éxito obtenido, este esquema salió a la luz en un encuentro de la UNO desarrollado en Río de Janeiro en 1992 y, desde entonces, se lo conoce como Agenda Local XXI”.

Al finalizar, en tanto, el dirigente repitió: “me parece que si General Pueyrredon desea alcanzar los resultados similares debería contemplar una organización económica, ambientalista y de conservación del patrimonio histórico, pues ya quedó demostrado que si únicamente se focaliza en transporte y tránsito el proyecto será un fracaso”.