Así se expresó el obispo de la Diócesis de Mar del Plata Monseñor Antonio Marino en la celebración del aniversario del templo de Santa Clara del Mar.
La Parroquia Santa Clara de Asís, ubicada en esa localidad celebró el segundo aniversario de la inauguración y consagración del templo. La comunidad local y también de las capillas de Mar de Cobo y de Santa Elena, se hicieron presentes en la misa que presidió Monseñor Antonio Marino; y fue concelebrada por el párroco, Presbítero Martín Gonzalez y otros sacerdotes.
“Celebramos el segundo aniversario de la dedicación de este magnífico templo de Santa Clara. La Iglesia, considerada como templo espiritual, es el lugar donde Dios se hace presente, donde se digna habitar. Los templos materiales son una necesidad nuestra, porque nos recuerdan que nosotros somos el templo de Dios, pero también nos recuerdan que el Señor es nuestra casa” inició el Obispo su homilía, y añadió “Jesús fundó sólo una Iglesia, no muchas, y en ella puso a Pedro y a los apóstoles como piedras fundamentales. Hoy encontramos el drama de muchas denominaciones, no tenemos que padecer confusión, la Iglesia de Jesús es una, católica, apostólica y romana”.
“La diócesis de Mar del Plata cuenta con pocos sacerdotes y hay regiones que no están suficientemente cuidadas desde el punto de vista pastoral, eso hace que fieles originariamente bautizados en la Iglesia Católica, ante otras propuestas, emigren. Algunos padeciendo engaño y error. En cuanto Obispo no siento agrado cuando oigo que algunas sectas predican contra la Iglesia Católica”, señaló Monseñor Marino, visiblemente preocupado por los católicos que se han ido de la Iglesia.
“En Santa Clara del Mar, se viene dando el extraño fenómeno de una confusión de nomenclatura. Algunos se presentan como Iglesia Católica Apostólica y no lo son, aunque usen nuestra terminología y usurpen nuestros rituales. Se ha llegado al colmo de usar una advocación de la Virgen María, de cuño netamente católico, como es Stella Maris, Estrella del Mar, de manera ambigua y sincretista” enfatizó el prelado.
“La eucaristía que celebramos nos convoca aquí para celebrar con mucha fe el aniversario de la dedicación de este templo. Y yo quiero poner la atención más sobre nosotros que sobre lo que otros hacen. A nosotros nos toca hablar de Jesucristo, el Hijo eterno de Dios, hecho hombre para salvarnos, nacido de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, este es nuestro anuncio. No podemos hoy conformarnos con una pastoral de mantenimiento. Debemos salir a alimentar a nuestro rebaño, víctima de engaño. Debemos proponer a Cristo Salvador único y universal de los hombres, inseparablemente unido a la Iglesia por Él fundada, donde sigue enseñando santificando y gobernando a los que se acercan con fe” concluyó el Obispo de Mar del Plata.
Al finalizar la eucaristía, todos los fieles se acercaron Monseñor Antonio Marino para agradecerle su presencia en este día tan especial y saludarlo personalmente.