Era el único pasajero que permanecía desaparecido. Estaba dentro de una cabina. Su padre reconoció los restos. El cuerpo sin vida de Lucas Menghini Rey fue encontrado en la tarde de este viernes entre los hierros del cuarto vagón del tren de TBA que chocó contra el paragolpes de la estación de Once el fatídico miércoles 22.
El joven era buscado por sus familiares y amigos y era el único pasajero de la formación que permanecía desaparecido. Ahora las víctimas mortales del choque son 51.
El cadáver se encontraba en la cabina de conducción del motorman del cuarto vagón, según precisó el ministerio de Seguridad de la Nación.
“Este reducto había sido totalmente deformado por el impacto entre el tercer y cuarto coche, producto de la incrustación de aproximadamente 60 centímetros entre uno y otro”, precisó el área que encabeza Nilda Garré, que destacó que el lugar estaba “vedado a los pasajeros, se hallaba en desuso y sin comunicación con el interior del mismo por hallarse las puertas clausuradas”.
Para encontrar los restos, personal de Bomberos y de la Policía Federal debió romper la puerta con elementos de efracción para verificar que en el espacio comprendido entre el tablero de maniobras y la pared que había sido achatada por el impacto, se encontraba sobre el suelo y debajo del tablero un cuerpo sin vida.
Luego, peritos de la Morgue Judicial realizaron una autopsia y corroboraron que el cadáver era el de Menghini Rey. Asimismo,Paolo, el padre del chico, y un tío, cumplieron con el doloroso trámite de reconocimiento.
Lucas será velado en San Antonio de Padua, donde vivía, y sus restos sean inhumados en un cementerio de la zona Oeste.
Minutos antes del hallazgo del cuerpo, los padres de Lucas habían podido confirmar que el joven había viajado en el tren, gracias a que lo reconocieron en las filmaciones de la estación de San Antonio de Padua.
La desesperada búsqueda llevaba 48 horas. Él era el único pasajero del tren accidentado el miércoles que aún permanecía desaparecido, según había afirmado este viernes Red Solidaria. Tenía 20 años y era padre de una niña.
Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos de la Ciudad, informó que Javier Almaraz y Fernando Javier Sánchez, los otros dos pasajeros que estaban desaparecidos hasta la fecha, fueron hallados a salvo por sus familias.
Hasta el jueves permanecía desaparecido otro hombre, Miguel Ángel Núñez Vilcapona, de 24 años, de nacionalidad peruana, quien “fue reconocido en la morgue”, dijo Marita Iglesias, de la organización “Personas Perdidas”, de Red Solidaria.
Javier Almaraz, de 41 años, había tomado el fatídico tren 3772 pero se retiró por sus propios medios de la estación, sin heridas de gravedad. Había perdido su celular y no manifestó por ningún otro medio que estaba en buen estado, según informó Avruj.
Fernando Javier Sánchez, de 32 años, también se fue por sus propios medios del andén del horror, pero decidió pedir asistencia en una clínica privada, donde se encontraba internado, estable, sin heridas de gravedad.