El marplatense rompió el silencio en torno a las acusaciones que pesan en su contra sobre sus vinculaciones con la ex Ciccone Calcográfica, empresa involucrada en un caso por el que se investiga la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y lavado de dinero.
El vicepresidente Amado Boudou calificó como una “gran mentira” las acusaciones que pesan en su contra sobre sus vinculaciones con la ex Ciccone Calcográfica, empresa involucrada en un caso por el que se investiga la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y lavado de dinero.
Boudou, primero en el programa 6,7,8 y luego en una entrevista periodística con Gustavo Sylvestre, en A24, rompió el silencio sobre el tema pero se limitó a decir que “no contestaré mentiras, ni tomaré la agenda de Clarín”, matutino al que centralmente responsabilizó por la denuncia, aunque también mencionó a Perfil y La Nación.
El ex ministro de Economía dijo que “por supuesto” se presentará a la Justicia si su presencia es requerida, al tiempo que evitó profundizar sobre el tema, con el argumento de que nada de lo que se dice tiene sustento y que se trata de “mentiras” de medios que llevan adelante una política comunicacional “destructiva”.
Boudou realizó esta primera referencia pública sobre el tema en coincidencia con la solicitada que hoy publicó la conducción de la ex Ciccone Calcográfica, en la que señaló que las acusaciones en su contra son “infundios y mentiras”.
El socio mayoritario de la compañía, firmante de la solicitada, confirmó que el empresario Alejandro Vandenbroele es ‘director‘ en la empresa, denominada ‘Compañía de Valores Sudamericana S.A.‘ (CVS) tras la quiebra de Ciccone, y que fue a partir de la ‘ayuda invalorable de amigos, socios y allegados comerciales‘ que se consiguieron ‘los recursos económicos financieros y profesionales‘ para recuperarla
La solicitada, que apareció en matutinos porteños como El Cronista Comercial, BAE y Ámbito Financiero, fue firmada por Guillermo Reinwick en su calidad de ‘accionista controlante‘ de CVS tres semanas después de que el diario Clarín revelara que el Gobierno quiere que la ex Ciccone imprima billetes de cien pesos, quien prometió que irá ‘a la Justicia‘ para obtener la reparación de los daños‘ que se les habría causado
Ello, tras una denuncia de Laura Muñoz, ex mujer de Vandenbroele, quien aseguró que éste es ‘testaferro‘ del vicepresidente Amado Boudou
Reinwick, yerno de Nicolás Tadeo Ciccone, dueño histórico de la firma que llevó su nombre, subrayó que esa versión, y la de un presunto intento de favorecer a la calcográfica es ‘una serie de infundios y mentiras‘ que se difunden para ‘perjudicarla‘
‘El 15 de julio de 2010 el juez comercial (Javier Cosentino) actuante en el concurso preventivo de nuestra empresa, cuyo acuerdo de acreedores se hubiera homologado en el año 2005, decretó la quiebra de nuestra compañía de la AFIP‘, a raíz de una deuda de 240 millones de pesos, sostuvo Reinwick El empresario reveló que como ‘los tiempos urgían‘, se abocó a conseguir ‘recursos económicos‘ para ‘recuperar la empresa‘, y que entre los profesionales a los cuales recurrió estaba Vandenbroele, que ‘proveyó las estructuras jurídicas necesarias para lograr el levantamiento de la quiebra y así poder conseguir el financiamiento necesario‘
‘Vandenbroele reviste en las sociedades un cargo de director, por el cual cobra honorarios de director. No es accionista, ni dueño, ni controlante de ninguna de las sociedades involucradas‘, aclaró Reinwick, que remarcó a la vez que es ‘falso‘ que el empresario tenga la ‘propiedad de los fondos que resultaron invertidos‘ en la empresa para levantar la quiebra
En la solicitada CVS aseguró que ‘los fondos invertidos en nuestra empresa resultan de la asistencia financiera que hemos logrado obtener, como podremos acreditar en debida forma ante las autoridades correspondientes‘
Para el fiscal federal Carlos Rívolo, está ‘medianamente claro‘ que hay ‘vinculaciones al menos de amistad‘ entre Boudou, Vandenbroele y José María Núñez Carmona, sindicado como ‘socio‘ del vicepresidente
Según la hipótesis inicial, el vicepresidente y sus amigos habrían intervenido en la compra de la empresa quebrada, que más tarde obtuvo el apoyo técnico de la Casa de la Moneda para imprimir billetes de cien pesos, negocio valuado en unos 50 millones de dólares.