El máximo exponente del judo marplatense, el joven Matías Etchechury, fue recibido en el EMDeR por su presidente, Horacio Taccone. El deportista atraviesa un año especial, lleno de desafíos, que comenzó de la mejor manera, con su debut en la Selección Argentina Mayor.
El de Matías Etchechury es un caso especial. Protagonizó un maratónico ascenso a partir de los 13 años, cuando en 2008 fue seleccionado para un torneo panamericano en México. Desde allí, no paró más. Número 1 del país, becado por el ENARD, a principios de año tuvo su debut en la Selección Mayor con sólo 16 años.
“Me preparo para el Nacional en Catamarca en abril. Ahí voy a competir en mi categoría (junior hasta 73 kilogramos) y después en mayores para ver si puedo entrar a la Copa del Mundo Abierta que se va a hacer en el CENARD. Eso, junto a poder ganar el panamericano junior, son mis deseos para este año”, comenta Matías en el EMDeR, antes de ser recibido por Horacio Taccone, titular del Ente.
Talento y posibilidades no le faltan al judoca, que fue el mejor rankeado en Argentina en cadetes y el año último disputó el Mundial en Ucrania y el Panamericano de Chile, donde se quedó con la medalla de plata.
“Empecé a practicar judo desde los 4 años. Iba con mi hermano y mi papá, que me llevaban. Dejé un tiempo y un día, viendo los Juegos Panamericanos por televisión, lo vi salir campeón a Miguel Albarracín (NdR: los Juegos de Río de Janeiro) y me volví a motivar, regresé a practicar y desde los 13 años comencé los entrenamientos más fuerte, que fue cuando me convocaron al Panamericano”.
¿Tu ilusión entonces sería estar en los Juegos Panamericanos?
Y sí, ese es mi primer objetivo a largo plazo, los Juegos Panamericanos de 2015. Y poder hacer el mejor papel, por supuesto.
¿Cómo fue debutar en la Selección Mayor?
Fue muy difícil, porque luchar con todos esos monstruos… había un subcampeón panamericano, un campeón panamericano y un tercero del mundo. La verdad que fue muy bueno. Una gran experiencia. Me sentí re cómodo, pude hacer buenas luchas. Me fue bastante bien.
El judo es una disciplina que creció mucho con el éxito de Paula Apretó. ¿Repercutió en algo para los deportistas?
Sí, gracias a Paula que pudo sacar ese bronce en los Juegos Olímpicos se empezó a darle más importancia y ayuda al deporte. Esa medalla nos ayudó muchísimo porque marcó que se puede llegar y nos motivó a un montón de chicos.
Premiado por el EMDeR con la Medalla al Mérito Deportivo en 2008, 2009 y 2011, Matías entrena con Pablo Ferreira y con su padre, Leonardo Etchechury, mientras estudia en el quinto año del colegio secundario. Bien plantado, tiene claros sus planes. “Ni bien termine el secundario quiero empezar directamente a estudiar, primero enfermería y luego instrumentista quirúrgico. Entrenar fuerte acá, en Mar del Plata, y estudiar, se puede hacer”.
Aunque sabe que el deporte lo puede llevar lejos de casa. De hecho, Matías ha podido conocer al mundo de la mano del judo. “Estuve en México, Brasil, Chile, Estados Unidos, Ucrania, Italia, Francia y España. Me encanta viajar. Voy con la meta en competir pero después salgo a conocer. Siempre nos dejan dos días después de que compitamos para relajarnos y poder conocer lugares que de otra forma no visitaría nunca”.