Por Mario Rodríguez
Concejal de la Unión Cívica Radical
El gobierno del intendente Gustavo Pulti ha denunciado la aparición de una organización que se dedica a apropiarse de la basura recuperable. Para desalentar estas prácticas el municipio inició operativos de control para interceptar camiones, camionetas y acoplados con bolsas de residuos. La directora de Transporte Claudia Rodríguez explicó que una de las maneras de desalentar la “recolección clandestina” consistió en secuestrar algunos de estos vehículos ya que, según pudo comprobarse en la mayoría de los casos, no poseían sus papeles en regla.
Tanto Claudia Rodríguez, como el presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Enosur), Manuel Regidor y el director de Inspección General Eduardo Bruzetta se reunieron con el comisario general Abel Maggi, titular de la jefatura Interior Sur de la policía, con el propósito de coordinar aspectos de los operativos de control. El comisario general Abel Maggi afirmó que la policía trabajará a la par de la Municipalidad multiplicando esfuerzos, y confirmó que hemos notado la presencia de personas que están juntando bolsas verdes por fuera del sistema propuesto por el municipio, por lo que se va a reactivar un operativo donde nosotros vamos a ser parte con una apoyatura policial para detectar a estas personas y actuar en consecuencia.
Resulta preocupante la liviandad con la que se trata el tema, por parte de las autoridades municipales, sin ir al fondo del problema. Según informes recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en Mar del Plata el índice de desocupación se ubicó al término del primer trimestre de 2012 en el 8,1% contra el 7,8% de igual período del año pasado. El cierre del viejo predio de disposición, ha dejado a más de 400 familias que vivían de la recolección de residuos, en condiciones indignas por cierto, ante la certidumbre de quedarse sin el sustento diario.
El gobierno municipal tuvo años para prevenir estas consecuencias, e implementar una solución alternativa, pero no lo hizo. Ahora, la solución parece pasar por poner a la policía a perseguir autos y camionetas con bolsas verdes, desatiendo su función central que es el cuidado de la seguridad.
Es imprescindible el aportar una cuota de racionalidad a una pléyade de funcionarios que han perdido el rumbo, y hacerles entender que es inadmisible estigmatizar a ciudadanos que buscan su sustento de manera lícita, en un marco preocupante de aumento de la desocupación y la pobreza. Criminalizar la pobreza es inaceptable.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.