Como se sabe, en el marco de los recortes que está diagramando el Ejecutivo bonaerense en distintas áreas de la administración, se decidió que el Estado ya no subsidiará los cargos suplentes en las escuelas de gestión privada.

En otras palabras, cuando un colegio deba reemplazar a una maestra porque la titular se ausenta por carpeta médica -por ejemplo- será la institución educativa la que tendrá que asumir el pago total de su salario.

Además, el Comunicado 103 -donde se detallan las medidas- limita el aporte gubernamental a los cursos que tengan un mínimo de veinte alumnos. Sin embargo, este ítem aún no fue abordado por la comisión de aranceles del consejo consultivo de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (Dipregep) porque aún no se definió el modo en que será aplicado, lo cual se espera para agosto.

Por otra parte, el subsidio que pensaba pagarse por el crecimiento vegetativo de las matrículas de los establecimientos -un aporte que registraría un retraso desde el 2009- “quedó congelado hasta este año inclusive”.

En este marco, y antes de que se realice el “mapeo” propuesto, autoridades del Sindicato Argentino de Docentes Privados ya advirtieron que “si la variable de ajuste vuelven a ser los docentes, se avecina un clima de conflicto”.

El 5 de este mes, la titular de Educación bonaerense, Silvina Gvirtz, aclaró que en el contexto del recorte a las escuelas -que se instrumentará desde agosto- también se suspenderá el aumento porcentual en las liquidaciones del segundo sueldo anual complementario y el que se realiza en los recesos de enero y febrero.

Destacó que tales medidas implicarán un ahorro de 380 millones de pesos en las arcas provinciales durante el segundo semestre del año.

Añadió, asimismo, que la resolución “no sólo producirá un ahorro para lo que resta del 2012, sino que generará otro, de 760 millones de pesos, para el año próximo”.