En una entrevista concedida a Punto de Partida (FM 101.9), Marcela, una de las damnificadas, expresó: “hacía siete años que trabajaba en ese lugar, donde he cubierto más de un puesto a la vez”.

“Nunca había tenido problemas hasta que me detectaron una enfermedad”, relató. Y agregó luego: “desde octubre del año pasado, cuando debí someterme a rayos, todo cambió; y para que lo entiendan sólo basta con que les cuente que el 28 de febrero de este año me hice una resonancia, cuyos resultados salieron el 3 de marzo. Diez días después me llegó el telegrama donde justificaban el despido por la ineficiencia en el cumplimiento de las labores”.

Al respecto, Marcela dijo: “por supuesto que el argumento es poco creíble, pues, de ser así, tardaron mucho en darse cuenta o le estuvieron pagando el sueldo a una inútil durante todo este tiempo”.

Asimismo, comentó: “por supuesto que hoy niegan todo y siguen sin hacerse cargo de nada, pero lo concreto es que ya hice la denuncia en el INADI y estoy esperando que salga la audiencia”.

“Tengo dos hijos a cargo, uno de los cuales es discapacitado, y una madre jubilada por invalidez que también depende de mis ingresos. Por eso, como sostén de familia, estoy desilusionada, tengo un terrible dolor por el desengaño y a la vez una preocupación enorme, entre otras cosas porque en muy poco tiempo también me quedaré sin obra social”, completó.

Y remató: “evidentemente a estos personajes lo que menos le interesan son los trabajadores y me parece ilógico siendo que el sanatorio es propiedad de un gremialista”.

A su turno, Juana, la otra trabajadora despedida, aseveró: “siento lo que me sucedió como una persecución gremial”.

Por eso, especificó: “estoy en el sanatorio desde sus inicios, como mucama de terapia intensiva, y jamás tuve ni siquiera una llamada de atención. Pero resulta que cuando dejé de ser delegada del otro sindicato de sanidad para pasarme a éste comenzaron los problemas”.

“En mi telegrama – pronunció – señalaron que estaba, sin permiso, en un área donde no debía, pero creo que la realidad es que les molesta este nuevo sindicato que lucha contra las injusticias”.

En tanto, al retomar la palabra, Sandra remarcó: “nosotros deseamos llegar a un diálogo con los dueños del sanatorio, como corresponde, pero ellos no quieren saber nada y directamente nos han expulsado en malos términos”.

“Por ende – concluyó – seguiremos insistiendo hasta que nos den una respuesta y, si es necesario nos manifestaremos en la puerta del EMHSA”. “No puede ser que Luis Barrionuevo no se ocupe de este tema, máxime cuando es la atención de la salud lo que está en juego”, remató.