Desocupados y sindicalistas se llevaron sin pagar casi tres toneladas de alimentos de primera necesidad de dos supermercados en Andalucía, sur de España, para entregarlos a comedores sociales, en una acción de protesta para advertir sobre las consecuencias del ajuste.
La iniciativa, tolerada a regañadientes por los comercios y la policía, fue organizada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), liderado por el diputado de Izquierda Unida (IU) Juan Manuel Sánchez Gordillo, y tuvo lugar en Écija, Sevilla, y Arcos de la Frontera, Cádiz, en el Sur, donde la crisis hace estragos.
En Écija, una treintena de miembros el sindicato, en su mayoría desocupados del sector agrícola, entraron poco antes del mediodía en un supermercado Mercadona, y lograron salir con nueve changos cargados con alimentos básicos como aceite, leche, azúcar, arroz y legumbres.
En la salida se produjeron forcejeos entre los empleados del supermercado y los manifestantes.
Uno de los miembros del sindicato dijo que con esta acción se pretende “expropiar a los expropiadores, es decir, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica”, según la prensa española.
En Arcos de la Frontera, los empleados del supermercado, un Carrefour, cerraron las puertas y no dejaron salir a los militantes. Luego de negociar con los responsables y la policía, el sindicato logró sacar 15 changos con alimentos que fueron repartidos en municipios cercanos.
“El desempleo alcanza al 40% de la población activa en la zona rural, y en general es del 32%, una de las cifras más altas de España. Es tiempo de que hagamos algo”“, sentenció.