Así lo manifestó el concejal del Bloque Atlántico, Carlos Arroyo, al periodista Ruben Ferrari para Cazador de Noticias al referirse al conflicto de Prefectura y Gendarmería y sus protestas ante la reducción de sueldos. “Para mí la culpa es exclusivamente del gobierno”, fustigó.
Además, agregó: “Como argentino me da lástima ver que parte integrante de nuestra armada esté así. Es vergonzoso lo mal que se ha manejado el gobierno porque es inadmisible un error de esta magnitud en la aplicación de un decreto que toque algo tan importante como son los sueldos de los empleados. Sean o no militares, en cualquier nivel. Podría haber pasado lo mismo con los maestros, los médicos, etcétera”.
“Para mí la culpa es exclusivamente del gobierno o de quienes hayan manejado en su momento la liquidación de jornales. Lo han hecho mal”, admitió.
En referencia a esto, Arroyo opinó: “No creo que haya ningún tipo de ánimo destituyente. Creo que la Argentina ha entendido hace muchos años que la única forma de vivir es en democracia, dentro de la ley. Lo que sí creo es que son errores imperdonables, demasiado graves, que no se pueden cometer. Se ha dado una situación que no es buena para el país, ver a nuestra fuerza de seguridad en un reclamo multitudinario, de tipo gremial que no tiene que ver con la inseguridad y el orden”.
También habló acerca de la sindicalización de la fuerza. “Lo veo como algo muy positivo. No me molesta, para nada”, declaró.
En ese sentido, expresó: “Yo creo que tienen todo el derecho del mundo a defenderse como cualquier otro trabajador. Hay que entender lo siguiente: el integrante de la policía es parte del pueblo, es una mujer o un hombre como cualquier ciudadano que viste uniforme. Es una persona que necesita hacer todo lo que hace un ciudadano que no cumple funciones policiales. Por eso, si nosotros nos podemos agremiar para defender nuestros intereses por qué no pueden hacerle eso”.
Por último, resaltó: “Yo les permitiría la agremiación, pero no les permitiría el derecho de huelga porque las entidades de servicio público, como los hospitales o educación, nunca debería parar. Pero sí habría que inventar un sistema con algún tribunal imparcial que no fuera del gobierno y externo al sindicato para que arreglara cuando haya reclamos laborales”.