Consultado por Rubén Ferrari, el edil repasó el hecho: “un sujeto, que se hizo pasar por policía, llamó a la casa de mis padres el miércoles pasado para dar aviso de que yo había sufrido un accidente automovilístico y para solicitar mi número de celular, aduciendo que debía comunicarse con otro efectivo que estaba conmigo en el hospital”.

“Luego – relató Maiorano – cuando lograron su cometido y las dos líneas estaban ocupadas, les dijeron que se trataba de un secuestro y los intimidaron con la amenaza de que me matarían a mí y a mi esposa si cortaban la comunicación”.

“En consecuencia, se inició una suerte de negociación para que mis padres entregaran el dinero y algunos objetos de valor que tenían en su poder”, continuó el legislador local.

Y añadió más tarde: “así fue como reunieron la plata que tenían a mano, las alianzas y algunas joyas y las pusieron en una bolsa que, por instrucción de los delincuentes, debieron colocar entre dos bolsas de residuos que estaban en la vereda del edificio donde viven”.

“Son dos jubilados de 62 y 64 años, que en la época en la cual se daban diariamente estos hechos en la Argentina residían en España y, por lo tanto, no estaban debidamente informados. Lo único que les importó fue custodiar la vida de un familiar que, en teoría, estaba en juego”, subrayó el representante de la UCR.

Por ello, a colación, manifestó: “de alguna manera hay que frenar esto. En los últimos meses fui víctima de los malvivientes en tres oportunidades y si no salió a la luz es porque soy funcionario público y me parece que no debo abusar de ese privilegio”.

“De todos modos, ahora sí aprovecharé la situación para juntarme con el Fiscal General y con las autoridades policiales para establecer un protocolo con el fin de que los medios de comunicación den a conocer a los vecinos qué hacer en estos casos”, concluyó.