Ante la incógnita de si el sistema energético de la Costa Atlántica tendrá el suficiente respaldo para cubrir la creciente y exigente demanda de energía en toda la zona, Rigane se preguntó: “¿Qué pasó con la repotenciación de la Central, los anuncios realizados en la Casa Rosada en el 2006 por Kirchner, las promesas del ministro Julio De Vido y las declaraciones del Director de la Dirección Provincial de la Energía?”.

En consecuencia, el dirigente marplatense contextualizó que “apareceremos observando cómo el factor climático puede jugar un papel fundamental a la hora de tener que abastecer de energía nuestra ciudad, sin la necesidad de caer en el común recurso antipopular de realizar cortes programados en barrios periféricos”.

Explicando que “desde el 99 se observa la creciente demanda en toda la zona de la Costa Atlántica, donde solo en Mar del Plata el consumo es de 260 MWH”, anexó que “a la fecha sólo se ha realizado parcialmente la incorporación del equipamiento necesario para satisfacer la demanda de energía por exigencia de sus intendentes”.

Al no contar con una línea de interconexión de 132.000 voltios con Mar del Plata, Rigane explicó que “pone en riesgo de quiebra a Centrales de la Costa Atlántica S.A., la Empresa provincial que no está sólo para cubrir picos de demanda en el verano, sino también para satisfacer una inversión de más de cien millones de dólares a ciudades con demanda de todo el año que generan puestos de trabajos”.

En cambio, soltó que “los últimos años, las vedettes fueron los generadores portátiles (moto generadores) que se asentaron por toda la provincia de Buenos Aires. Ellos sí que cobran en dólares. Mientras, Centrales de la Costa cobra en pesos -y sin tarifa adecuada- hace más de una década”.

En el final, concluyó afirmando que “solamente a los trabajadores nos importa saber que el parque generador que cuenta Centrales de la Costa tiene equipos de una media de 40 años de antigüedad, equipos que se encuentran bajo permanente mantenimiento para lograr su funcionamiento, con altas inversiones económicas. Por eso es necesario un salto de calidad, si pretendemos crecer como ciudad, demográficamente e industrialmente”.