La medida de fuerza adoptada por los camioneros tuvo varias repercusiones. En principio, desde el lunes a las 21, se paralizó la recolección de residuos, situación que se mantendrá a lo largo de esta jornada.

Por otra parte, se dispuso el cese en el reparto de correspondencia, caudales y combustible, la interrupción del tránsito en diferentes sectores de la ciudad, donde se registraron manifestaciones – por ejemplo, en Champagnat e Ituzaingó – y el corte al paso del transporte de cargas en la Ruta 88, a la altura del Parque Industrial.

En medio de las dificultades que se suscitaron en torno al abastecimiento, las estaciones de servicio no tomaron una decisión uniforme, pero algunas debieron cerrar no por resolución propia sino por “aprietes”. Entre las que no funcionaron se cuentan las emplazadas en Av. Luro y Jujuy, Av. Independencia y Castelli y Av. Colón y Jara.

Vale destacar, en idéntico sentido, que anoche se observaron largas filas de automóviles, cuyos conductores previeron la posibilidad de problemas y se cargaron de paciencia para no quedarse sin combustible.

Las oficinas del Correo Argentino no atendieron al público como consecuencia de la determinación del sindicato de sumarse a la medida.

También se vio afectado el servicio de cajeros automáticos y la atención en los bancos, tanto públicos como privados.

En los hospitales, se mantuvieron las guardias y la atención de urgencias y emergencias. Cabe señalar en este caso que el paro contó con la adhesión de los trabajadores estatales y de los profesionales médicos.

De todos modos, en el Interzonal, los doctores que decidieron concurrir recibieron a sus pacientes de acuerdo al orden del día, aunque no se otorgaron nuevos turnos. Donde sí hubo atención fue en las clínicas, en el EMHSA y en el Privado de la Comunidad.

En relación a ANSES, es preciso aclarar que pese a que se había anunciado un normal funcionamiento, hoy cerraron las sedes de Av. Luro 3861 e Independencia 3151. Por lo tanto, la única que mantuvo la atención fue la sita en el Puerto.

Otros gremios que se sumaron a la paralización de actividades fueron: Luz y Fuerza, UDOCBA, FEB, Judiciales, Gastronómicos, Pasteleros, Panaderos y SETIA.

En EDEA, Camuzzi y Telefónica se atendieron sólo las guardias previstas con anterioridad; y, en ARBA, también se vio afectado el servicio al público.

En cuanto a los transportes, vale comentar que taxis y remises circulan con normalidad mientras que los colectivos funcionan con frecuencias más espaciadas y recorridos modificados temporalmente por los cortes, por ejemplo, el que dispuso Barrios de Pie durante su movilización en el centro de la ciudad.

La Municipalidad de General Pueyrredon trabajó sin inconvenientes en todas sus dependencias y las escuelas brindaron clases, aunque en algunos casos no contemplaron las faltas de los alumnos.

Entre los sindicatos que no adhirieron se incluye Empleados de Comercio, cuyos representados tuvieron que acudir a realizar sus tareas como todos los días. Se estima, de todas maneras, que por disposición de los empresarios ante posibles represalias, tres de cada diez negocios estuvieron cerrados.

Distinta fue la proporción en el sector gastronómico, en el cual se calcula que un 50 por ciento trabajó como habitualmente lo hace. Por citar algunos, cerraron Montecatini, la Fonte D’Oro, Café Martínez, Bernardino Tenedor Libre y New Bar y abrieron Manolo, Mc Donald’s, Burguer King y varias confiterías y restaurantes de la Peatonal.