José Rigane salió con los tapones de punta para contestar los dichos de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, sobre el paro y movilización del martes. El Secretario Adjunto de la CTA se mostró en desacuerdo con los dichos de la mandataria, de que eran “aprietes y amenazas”, y soslayó la unión de los trabajadores a lo largo y ancho de todo el país.

Consultado por si la Presidenta escuchará los reclamos de la CGT y la CTA, que esta vez se unieron con varios fines en común, quien también es el Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza explicó que “uno pierde todo tipo de esperanzas de que la Presidenta actúe en consecuencia de los reclamos, porque cada vez que habla, como lo hizo ayer (martes) al decir que eran aprietes y que a ella nadie la corría, lo hace de la peor manera. Los trabajadores no apretamos ni hacemos chantajes. Chantajes hacen aquellos que aprueban leyes que nos someten y generan una precarización laboral”.

En ese contexto, resaltó que “fue un paro y movilización contundente, donde superó todas las expectativas, pero también superó las fronteras de los convocantes porque se adhirieron organizaciones, comisiones internas y delegados que, no habiendo sido convocantes en la iniciativa, se plegaron a la huelga general”.

Para posteriormente anexar que “también hubo una importante cantidad de trabajadores que se adhirieron con la prueba más evidente, porque la ciudad parecía un domingo. Esa fue la demostración de que el conjunto de cuestiones planteadas son absolutamente ciertas”.
Pensando en el futuro y descartando la posibilidad de que vuelvan a organizar una movilización de esta índole antes de fin de año, interpretó que “será muy difícil que reiteremos un paro de esta envergadura, quizás se hagan por temas más puntuales y no tan abarcativos.

Posiblemente los encaremos en el 2013. Pero hay que dejar en claro que el conflicto social no va a decaer y que va a seguir desarrollándose en magnitud, porque no para el proceso inflacionario, tampoco la pérdida del poder adquisitivo, porque la Presidenta ha decidido mantener el impuesto a las ganancias en el salario y no se resuelven los problemas de los haberes de los jubilados que ganan $1.800 y no les alcanza para nada”.