Los obispos también expresaron “honda preocupación” por el avance legislativo del aborto, el deterioro de la institución del matrimonio y la familia.
La Iglesia advirtió que la Argentina corre el riesgo de caer en nuevas divisiones con “bandos irreconciliables”, criticó los “excesivos caudillismos” que menoscaban la autonomía de los poderes del Estado, sobre todo el judicial, y exhortó al diálogo y a bajar los niveles de confrontación en la sociedad.
“A casi treinta años de la democracia, los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Se extiende el temor a que se acentúen estas divisiones y se ejerzan presiones que inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica”, alertó en un documento sobre la realidad nacional.
Los obispos también expresaron “honda preocupación” por el avance legislativo del aborto, el deterioro de la institución del matrimonio y la familia, los jóvenes que no estudian ni trabajan, la difusión de la droga por “el crecimiento del narcotráfico y la red de complicidades”, la proliferación del delito y la inseguridad, y la intromisión partidaria en las escuelas.
El pronunciamiento sobre la realidad del país había sido aprobado en el plenario episcopal de principios de noviembre, pero los obispos presididos por monseñor José María Arancedo decidieron postergarlo hasta evaluar el impacto de la protesta ciudadana conocida como 8N y el paro convocado por la CGT opositora de Hugo Moyano y de la CTA de Pablo Micheli.
La declaración “Creemos en Jesucristo, Señor de la historia”, de tres carillas, fue finalmente difundida hoy a modo de reflexión de Adviento, el tiempo litúrgico preparatorio para la Navidad, y en el marco del Año de la Fe que abrió el pasado 11 de octubre el papa Benedicto XVI.
Es el primer documento sobre cuestiones sociales y políticas desde que monseñor Arancedo, arzobispo de Santa Fe, asumió en noviembre de 2011 la conducción del Episcopado argentino.
Tras señalar que “algunas sombras nos han perseguido a lo largo de nuestra historia, que en distintos momentos han acentuado su intensidad e impedido una vigencia más plena del orden democrático”, pusieron el acento en “el excesivo caudillismo, que atenta contra el desarrollo armónico de las instituciones, acentúa su deterioro y menoscaba la autonomía de cada uno de los poderes del Estado, tanto en el orden nacional como provincial”.
“Esto es particularmente delicado cuando se trata de la independencia del Poder Judicial”, aseveraron.
La Iglesia puntualizó que “otra sombra es la oposición entre las visiones unitaria y federal de la nación, la cual se extendió fuertemente en los albores de nuestra patria, e intermitentemente se manifiesta en distintos momentos de la historia”.
Los obispos explicaron que “cuando en nuestra oración por la patria (acuñada en plena crisis 2001-2002) decimos que queremos ser nación expresamos un anhelo claramente manifiesto en nuestra Constitución. Queremos ser una nación basada efectivamente en un sistema republicano, representativo y federal”.
“Todos los habitantes de nuestra patria necesitan sentirse respaldados por una dirigencia que no piense solo en sus propios intereses, sino que se preocupe prioritariamente por el bien común”, subrayaron al recordar que “la felicidad está más en dar que en recibir”, reiteraron.
Próximos a la Navidad, la Iglesia instó a los argentinos a recordar que “la deuda pendiente de nuestra reconciliación” y afirmó que “se hace cada vez más necesario generar contextos de encuentro, de diálogo, de comunión fraterna que nos permitan reconocernos y tratarnos como hermanos, aborreciendo el odio y construyendo la paz.
En otro de los puntos, los obispos insistieron en remarcar que ”la droga se extiende por el crecimiento del crimen del narcotráfico y la red de complicidades que lo sustentan“ y consideraron que ésta es ”una de las causas principales de la proliferación del delito y de la consiguiente inseguridad“.
Asimismo, llamó a que se tome conciencia de la necesidad de ”mejorar el sistema educativo, de modo tal, que los más pobres sean sus principales beneficiarios“ y cuestionó la intromisión de la agrupación kircherista ”La Cámpora“ en las escuelas al recordar que ”la necesaria preparación para la vida cívica de niños y jóvenes debe excluir la politización prematura y partidista de los alumnos“.