En declaraciones a Cazador de Noticias, la uniformada aseveró: “a medida que pasan las horas nos sentimos acompañados por la gente de Mar del Plata, tanto por nuestros seres queridos, que nos apoyan en nuestro reclamo, como por los vecinos que se acercan, se enteran de las injusticias que estamos sufriendo y nos dan una mano con su firma”.

A colación, en tanto, comentó: “la mejor noticia que hemos recibido en el último tiempo es que el titular del Juzgado nº 13 dictaminó a nuestro favor tras la presentación de un recurso de amparo el viernes pasado”.
 
“Con su decisión – amplió – Asuntos Internos de La Plata tendrá cinco días para resolver nuestra situación y, además, deberá levantar mi desafectación y cerrar el sumario donde hay otros nueve compañeros imputados”.

En otro sentido, consultada sobre las declaraciones del ministro Ricardo Casal, Sosa contestó: “nos enteramos que el funcionario vino a la ciudad y salió en los medios diciendo que no quisimos hablar con él, lo cual desmentimos en forma absoluta”.

“No sólo nadie se acercó para manifestarnos que tenía intenciones de charlar con nosotros sino que además jamás se nos ha respondido un pedido de audiencia que hemos enviado vía fax el 4 de octubre de este año”, aclaró.

Y, por último, dijo: “nos sorprende que el Intendente tampoco se haya acercado a dialogar con nosotros, pues somos marplatenses y brindamos seguridad para la ciudad que él conduce”. “Sabemos que no puede resolver el asunto, pero bien podría interceder por nuestra causa ante el ministro o ante el Gobernador”, remató.

A su turno, Darío Ojeda informó lo que le ha ocurrido a raíz de esta protesta a la intemperie: “cuando sufrí el accidente que la fuerza no reconoce en total dimensión, padecí secuelas neurológicas, psicológicas y una lesión en el codo izquierdo”.

“Luego y en virtud del stress – amplió el efectivo – se me desencadenó una diabetes de tipo juvenil, por la cual debo recibir insulina. Es por eso que, estando aquí, me descompensé, me subió la presión y tuve un pre-infarto, que, afortunadamente, no me provocó lesiones ni en las venas ni en el corazón”.