Piero Asaro, imputado del crimen de María del Carmen Maggi, y recluido en la Unidad Penal 44 de Batán, es el responsable de la primer Mezquita en una cárcel del país, dado que profesa la religión del Islam. “Me ha ayudado muchísimo para mi encierro”, destacó.
“Soy musulmán desde 1989, entré muy joven en la religión. Me ha ayudado muchísimo para mi encierro así como también en mi vida desde que trabajaba en la librería. Es así que en el primer piso y en la parte posterior de mi oficina funcionaba una Mezquita”, expresó.
Además, en diálogo con Cazador de Noticias admitió: “La Mezquita de la cárcel fue una iniciativa mía que afortunadamente el servicio penitenciario bonaerense dio su aprobación y quedó destinado un espacio que pudimos inaugurar. Es la primera en una cárcel de Argentina”.
“En la cárcel hay muy pocos musulmanes. Algunos tomaron la religión dentro. Yo hago mis oraciones, estudio y mis actividades en ese espacio. El servicio penitenciario mostró una amplitud de criterio para que podamos desarrollarnos todos los cultos de manera indiscriminada. Hay prácticas católicas, evangelistas y ahora incorporamos el Islam”, finalizó.