En declaraciones a Cazador de Noticias, Tato analizó: “en términos generales, se percibe una notable caída del poder adquisitivo real que se manifiesta de forma contundente en el deterioro de las clases media y media baja, que son las que tradicionalmente veranean en Mar del Plata”.

Y agregó: “a ello hay que sumarle la situación que se ha generado con los dólares, pues anteriormente quienes los tenían guardados los sacaban para irse de vacaciones mientras que hoy prefieren preservarlos”.

Del mismo modo, Serebrinsky apuntó: “por otra parte, entiendo que habría que reevaluar la estrategia de los feriados puente, ya que la gente, con excepción de ciertos casos de la clase alta, no puede salir diez veces al año para descansar”.

“Esa realidad – especificó luego – ha quedado de manifiesto con una mayor ocupación de los hoteles cinco estrellas que de los de más baja categoría o de los departamentos”.

Poco después, en tanto, dijo: “es evidente, además, que a la oferta de Mar del Plata le falta competitividad en muchos aspectos; por ejemplo, sabemos que tenemos problemas climáticos todo el año y debemos admitirlo, para crear estrategias que nos permitan sostener y acaparar público a pesar de esa circunstancia”.

Consultado por la repercusión del factor precios, el diputado nacional mandato cumplido afirmó: “habría que buscar responsabilidades si es que se generaron más expectativas de las que debió haber; pero, a decir verdad, hay muchos destinos locales más caros que Mar del Plata”.

Al finalizar, Serebrinsky reparó: “creo que también habría que tomar medidas de fondo para evitar molestias a quienes nos visitan, porque, por caso, uno no puede ni estacionar que ya tiene cuatro personas alrededor pidiéndole plata”.

“Está más que claro que el turista no quiere seguir sufriendo el mismo stress de todo el año cuando está de vacaciones, lo cual exige el cuidado de ciertos detalles”, completó.