Beatriz María Arenaza y Daniel Alejandro Ullúa fueron detenidos a mediados de enero por la policía española, a pedido de la justicia argentina, en el marco de la causa que investiga delitos de lesa humanidad cometidos por la Concentración Nacional Universitaria (CNU) en Mar del Plata. Sin embargo, la fiscalía negó el pedido de extradición y ordenó la liberación de ambos, alegando que “no están acusados de lesa humanidad sino de organización criminal”, delito que quedaría prescripto.
El juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, argumentó que ambos están arraigados en España, por lo que no necesario su permanencia en prisión para evitar el riesgo de fuga. No obstante, el magistrado ordenó que Arenaza y Ullúa comparezcan cada 15 días en la comisaría más cercana a sus domicilios, en La Coruña, Galicia, y Palma de Mallorca, Islas Baleares, respectivamente.
La justicia argentina tiene un plazo de 40 días para formalizar el pedido de extradición ante la Audiencia Nacional. El juez federal Santiago Ichausti, que dictó la orden de captura en el marco de la causa 13.793, acusó a los dos argentinos de “asociación ilícita y homicidio” contra 18 víctimas.
Si el magistrado mantiene esta acusación en vez de lesa humanidad, la extradición difícilmente prosperará porque cuenta con la oposición de la Fiscalía del tribunal, según las fuentes consultadas.
Los dos argentinos eran miembros de la CNU de Mar del Plata, agrupación de ultraderecha que actuaba bajo la órbita de la Triple A y responsable de medio centenar de crímenes de lesa humanidad cometidos en 1975, antes del último golpe de Estado cívico-militar.
Arenaza ya fue condenada a principios de los ´70 por el asesinato de la estudiante Silvia Filler, pero quedó en libertad en 1973 al beneficiarse de la ley de amnistía aprobada durante el gobierno del presidente Héctor Cámpora. La mujer, de 60 años, que durante casi 40 años vivió tranquila en España y se ganó la vida en la actividad comercial, niega las acusaciones en su contra y asegura que son fruto de las “mentiras” de aquellos años.
Por su parte, Ullúa, quien vivía con una mujer, negó los delitos que se le imputan, y argumentó que en aquellos años convulsivos él era menor de edad. De los 18 imputados en la causa de la CNU, todavía se encuentran prófugos Fernando Delgado, Eduardo Salvador Ullúa -hermano de quien fue detenido en España- y Raúl Viglizzo. Entre los detenidos se encuentra en el Penal de Marcos Paz el exfiscal Gustavo Modesto Demarchi, arrestado por Interpol en Bogotá, Colombia, y extraditado en septiembre pasado a nuestro país, luego de permanecer prófugo desde noviembre de 2010.
Demarchi está acusado del asesinato de un grupo de militantes de la Juventud Universitaria Peronista en la ciudad de Mar del Plata. Tras escuchar durante ocho años los testimonios en el Juicio por la Verdad, el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata concluyó en 2008 que los crímenes de la CNU fueron cometidos con “la protección y encubrimiento de las más altas jerarquías militares, policiales y judiciales”.
Fuente: Página 12