Partidos como los de anoche sirven, y mucho, para que Peñarol se encamine en su objetivo. Y es que en realidad, la meta del equipo tricampeón es muy distinta a la del resto. Mientras todos intentan desbarrancarlo, los marplatenses van por una hazaña insospechable: el cuarto campeonato en fila.

Por eso, después de altibajos, luego de que toda la Liga empiece a descubrir el juego del “Milrayitas”, de que en algunas ocasiones neutralice a sus figuras, partidos como los de anoche sirven. Y mucho. Peñarol superó en todas las facetas a un rival durísimo como Lanús, e incluso no pasó sobresaltos dentro del mismo partido, como sí sucedió ante Libertad.

En primer lugar, se nota que el equipo comprendió que quedan pocas finales para que termine la fase regular. Entonces, se le hace más fácil jugar concentrados desde el principio, mentalizados, entrados en calor. En segundo lugar, también se denota que los sistemas, tanto en ataque como en defensa, se pudieron pulir en las últimas semanas, sin tantos viajes como en el año pasado, y, en consecuencia, el equipo incluso tiene más confianza en sí mismo.

Peñarol desplegó anoche toda su capacidad para defender y fui inteligente para atacar. Más allá de que maniató a Lanús, su ofensiva fue destacable, primero porque limitó a su rival, le cambió permanentemente las formas y los intérpretes. El local se dedicó a jugar profundo con Martín Leiva, pero, por otra parte, Leonardo Gutiérrez soprendió rompiendo hacia el canasto en varias situaciones y, más aún, Marcos Mata fue una bestia enfurecida yendo desde el perímetro hacia el canasto. Y cuando el “Granate” se acostumbró a ser vulnerado cerca de su aro, el “Milrayitas” lo puso en jaque y comenzó a jugar como siempre, tomando lanzamientos de tres.

Con este esquema, Peñarol sacó una buena diferencia en el primer cuarto. Marcos Mata anotó 5 puntos con convicción para jugar debajo del aro, mientras que Facundo Campazzo marcó 7, con un triple mediante. Además, el ingreso de Selem Safar, con triple incluido, le dio más aire para que el local le dé el primer empujón a su rival para sacarlo de la cancha.

Peñarol ganó el cuarto por 23 a 12, y luego estiró diferencias. En el segundo, Safar siguió con efectividad y convirtió 5 puntos y Mata siguió sorprendiendo con mucho protagonismo en ataque para forzar lanzamientos desde la línea. Aunque el parcial tuvo un goleo bajo, Peñarol se impuso por 14 a 13.

En los dos primeros cuartos Peñarol anotó tres triples. En aquel tercero, cinco. En detalle, anotó uno Campazzo, dos Mata, otro Selem y el restante de Lisandro Rasio, el primero en la temporada de siete intentos. Lanús sintió el golpe, pensó que había neutralizado a su rival con los ingresos de Fernando Martina y algo de Facundo Giorgi para reforzar el poste bajo. Pero el dueño de casa volvió a salir airoso y le dio otro empujón al visitante.

Sobre el final, los de Hernández manejaron el partido a su antojo. Cuando los de Santander empezaron a amenazar desde la actitud, aparecieron dos triples más de Facundo Campazzo para liquidar la historia. Incluso, Peñarol llegó a sacar una máxima de 23 puntos (78-55) que Lanús recortó levemente en los últimos minutos.

Con autoridad, Peñarol empezó a ejercer su hegemonía sobre su reinado, sobre la Liga Nacional. El rey se despertó de la siesta. Cuesta hacer un análisis verídico de este equipo, porque hoy ganó de manera implacable, pero puede que su irregularidad le juegue una mala pasada. Mientras tanto, el equipo vuelve a ilusionar. Y no es para menos, Peñarol encendió motores, aceitó la máquina y se encamina.

-Síntesis-

Peñarol (78): Facundo Campazzo 18, David Teague 8, Marcos Mata 14, Leonardo Gutiérrez 6 y Martín Leiva 8 (FI) Matías Ibarra 2, Nicolás Madrid 0, Julián Morales 0, Selem Safar 11, Lisandro Rasio 7, Fernando Podestá 0 y Lucas Tischer 4. DT: Sergio Hernández.

Lanús (62): Nicolás Laprovíttola 0, Patricio Prato 6, Adrián Boccia 14, William McFarlan 7 y Robert Battle (x) 8 (FI) Lucas Pérez 2, Leonel Schattmann 6, Marcelo Rodríguez 3, Facundo Giorgi 4 y Fernando Martina 12. DT: Silvio Santander.

Parciales: 23-12, 14-13, 23-19 y 18-18.

Árbitros: Alejandro Chitti y Julio Dinamarca.

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata.
Fuente: losmartinesweb