Marcelo Adrián Sosa, dio su versión tras la muerte de Jorge Alejandro Sosa, quien en la jornada del lunes fue brutalmente golpeado en su vivienda y falleció a las pocas horas en la mencionada dependencia policial. Lo habrían detenido por estar acusado de haber robado una moto. Dijo que quien le pegó es policía y que le rompió hasta los dientes. Que estaba con dos personas más y que uno de ellos había intentado entrar a su casa, en ocasión de robo, el pasado viernes a la madrugada. La víctima había estado seis años preso.
“Ahí lo tiraron y le pegaron”, señala con el dedo mientras el flash fotográfico trata de hacerse lugar en la lloviznosa tarde del miércoles, apenas pasadas las 15. Marcelo Adrián Sosa muestra el lugar exacto donde su hermano Jorge Alejandro Sosa fue brutalmente golpeado. La zona donde comenzaría a sufrir sus últimas horas de su vida.
El dolor no cesa, pero Marcelo tampoco quiere caer derrotado ante la tristeza y la impotencia de haber perdido a un hermano (NdeR: son cuatro). Pretende justicia, que los responsables paguen, que no quede como un caso impune. Por quien ya no está con ellos y el resto de su familia.
“Lo vinieron a matar” esboza en su habitación, en el final de la nota con “el Retrato…”, mientras su madre pide permiso y escucha las últimas respuestas. Luego se va e ingresa su sobrino (NdeR: hijo de Jorge), quien gentilmente acerca unas fotos de su padre. Ya en el comedor, de fondo lucen varios cuadros familiares, donde uno de los retratados ya no estará más. Antes de ese momento, Marcelo relató su versión de los hechos.
La historia, según su hermano:
El lunes por la tarde Jorge fue aprehendido en un hecho confuso, con versiones dispares, desde la policía hasta sus familiares y conocidos. Supuestamente estaba acusado de haber robado una moto, pero no existía orden de allanamiento.
El hombre de 41 años, padre de dos hijos, se encontraba en la vereda de su casa (José Marti 1752) cuando de repente, según declararon testigos de la causa, tres personas masculinas que se transportaban a bordo de un Fiat Duna color rojo frenaron en la esquina.
Fue uno de ellos quien corrió detrás de Jorge, en momentos donde la víctima atinó a resguardarse en su vivienda. No solo que le rompió la puerta, sino que también lo sacó al patio y lo golpeó brutalmente. Pero la historia, según Marcelo, tiene que ver con un hecho que sucedió la semana pasada.
“El viernes a la madrugada, el perro comenzó a ladrar, Jorge se asomó por su ventana y vio que una persona estaba en el patio, cerca del portón de ingreso. Él vivía adelante, solo, y nosotros atrás. Entonces decidió gritarle, disparar al aire y luego a la pared. Inmediatamente esta persona se fue corriendo y se subió a la moto de quien lo estaba esperando afuera”, relató al inicio de la nota con este medio. Cauto y específico en cada respuesta.
“Pero esa persona que se fue corriendo es del barrio – enfatizó – porque mi hermano lo reconoció al instante”. A ese joven, que estima no superar los 21 años, lo buscaron en Facebook al día siguiente y lo volvieron a reconocer. Sin embargo, Jorge “quedó muy embroncado con ese chico, porque encima no era la primera vez que había querido entrar en su casa. Sabía que cuando lo cruzara iba a haber problemas”.
El mismo lunes del hecho, Jorge llegó del trabajo (NdeR: era techista) y “almorzó con nosotros y se fue para su casa de adelante; siempre hacía lo mismo”. Pero, en realidad, salió hacia otro lugar. “Supongo que habrá caminado unas cuadras y luego regresó. Se sentó en la vereda y, según testigos, frenó un auto con tres personas a bordo. Uno de ellos era quien había querido entrar a robar”, indicó.
Sobre esas mismas personas, aclaró que “eran civiles” y que “uno le disparó a mi hermano y lo agarró dentro de su casa. Luego me enteré que era un policía que estaba en Sierra de los Padres, tenía antecedentes violentos y había sido removido de otra comisaría por ese mismo problema. Supuestamente sería el tío de quien intentó entrar a robar. El tercer individuo en cuestión trabaja, supuestamente, en un taller de motos”.
“Después de que se escucharan tres o cuatros tiros (NdeR: un testigo le dijo a Marcelo que no salieron del policía y que su hermano habría tirado solamente uno), Jorge se metió en su casa y cerró la puerta. Pero esta persona, que aparentemente no se anunció como policía, la rompió e ingresó. Lo esposó con las manos en la espalda con un precinto, le sacó un arma que llevaba consigo y lo acostó en el piso. Ahí le pegó por todo el cuerpo hasta cansarse. Después que se lo llevaron tuve que levantar sus dientes del pasto”.
Ante esa situación, familiares de Jorge que observaron la “paliza” (entre ellos su mama y uno de sus hijos), llamaron al 911 y dos patrulleros se acercaron hasta su domicilio. Pero, al parecer, no se hicieron presentes por su denuncia, sino tras un contacto, handy policial mediante, con una de esas dos personas que quedaron afuera.
“Lo subieron en uno de ellos ante la mirada de nuestra mama, su hijo y otro vecino que se acercó para ver lo que pasaba. Esta persona vio que su cara estaba tapada con una remera ensangrentada y que pedía que se la saquen porque se estaba ahogando. Acto seguido, la policía le dijo que no se meta y se lo sacó de encima”, enfatizó.
Y a eso de las 21 del lunes conocieron la noticia fatal, la que menos querían oír. “El Comisario de la Tercera, con tres policías más de civil, me informaron que había fallecido”, esbozó antes de resaltar que “mi hermano falleció a las 18:30 y nunca recibió atención médica en el Hospital y, aparentemente, tampoco en la Comisaría”.
Ahora espera que la justicia haga su trabajo y juzgue a los responsables de la muerte de su hermano. Pero aclara: “Vamos a ir hasta el final porque encima tenemos la ayuda de Sivo, un abogado que tiene espalda para estas situaciones. Esta persona habló con personas que están por encima de él, para que la causa no quede en vano”.
Mas sobre el caso y la investigación:
La noticia se dio a conocer como un “intento de robo”, carátula que luego se tradujo, mediante un comunicado emitido por la fiscal María Isabel Sánchez, en “averiguación de causales de muerte”. Fabio Buede y César Sivo, reconocido abogado de Derechos Humanos, son quienes están trabajando para la familia de Jorge.
“La autopsia tenía que ser este martes por la mañana, pero la justicia no los dejó, para evitar que digan que murió de peritonitis, como intentaron difundir. Mi hermano solamente tenía asma y por eso, cerca de las 16, nos acercamos a la Comisaría Tercera para darle el remedio”, dijo.
“Pero el problema fue que no nos dejaron hacer la denuncia ahí, que la debíamos hacer en Tribunales. Luego con la Fiscalía nos pasó lo mismo y nos mandaron a la Departamental de Entre Ríos y Gascón. Tenía que declarar para que luego de asentaran la denuncia, eso fue lo que nos dijeron”, agregó con impotencia Marcelo.
La víctima tenía antecedentes penales:
Marcelo manifestó que su hermano Jorge estuvo seis años preso, pero que hace 10 estaba en libertad, por “participar de un hecho delictivo”. Según dijo, manejaba el auto donde se movilizaban dos personas que habían cometido un hecho delictivo. Sin embargo, pese a ese pasado “oscuro”, descartó que haya sido consecuencia de algún hecho delictivo relacionado.
Gentileza: Miguel Avellaneda