En la homilía de la misa de inicio de su pontificado, el Papa hizo referencia a la labor de ‘custodia’ de San José y alentó a los hombres “ser custodios de la creación”. “Pero custodiar requiere de bondad y debe ser vivido con ternura”, afirmó.
El papa Francisco recordó hoy la labor de San José como custodio de María y Jesús e instó a los hombres a seguir su ejemplo de “custodios de la creación” y de “nosotros mismos” ya que “el odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida”.
En la homilía de la misa que da inicio de a su pontificado, Jorge Bergoglio, dijo además que “custodiar requiere bondad y debe ser vivido ternura. “No hay que tenerle miedo a la bondad”, afirmó.
Ante miles de personas, el Papa dijo también que “custodiar tenemos que cuidar de nosotros mismo, recordemos que el odio, la envidia y la soberbia ensucia la vida”.
Antes de la misa, el Sumo Pontífice, visitó, como es tradición, la tumba de San Pedro, fundador de la Iglesia Católica, por orden de Jesús.
La ceremonia de inicio del pontificado de Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, se prolongará por poco más de dos horas y estará cargada de simbolismos, explicó ayer el vocero de la Santa Sede, sacerdote Federico Lombardi.
“No hay que hablar de entronización ni de asunción, sino de inicio del ministerio petrino del obispo de Roma, como sucesor de Pedro”, precisó.
“Es una celebración cargada de símbolos que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo: la plaza, donde según la tradición fue martirizado Pedro”, subrayó.
Tal como estaba previsto, el Papa salió a las 8.50 hora romana (4.50 argentina) de la casa Santa Marta, donde reside, y dio una vuelta a la plaza en jeep o papamóvil entre los fieles presentes.
A las 9.30 (5.30) comenzó la celebración en el interior de la basílica de San Pedro, en cuya tumba rezó junto con diez patriarcas y arzobispos mayores de las iglesias orientales católicas.
Luego el pontífice encabezó la procesión mientras se canta las Laudes Regiae (El Rey es Cristo) y se invoca a los santos, hasta llegar a la plaza, donde se encuentran las autoridades políticas y representantes de otros credos.
Antes de la misa tuvo lugar los ritos específicos del inicio del ministerio petrino: imposición del palio de lana de corderos y ovejas con cruces rojas que lo identifican como arzobispo, la entrega del “anillo del pescador” y el rito de la “obediencia” que cumplen seis cardenales.
La misa coincide con la fiesta litúrgica de San José, patrono de la Iglesia, y el evangelio se lee en griego, para manifestar que la Iglesia universal se compone de las grandes tradiciones de Oriente y Occidente.