Por Jorge Pasculli
Periodista del diario La República
Uruguay
Y ayer perdimos. Lamentablemente aparece el presidente Mujica como el que se hace el gol en contra. Tantas veces en los últimos tiempos ha sido elogiado en la prensa del mundo por cosas ciertas y valiosas, ahora le tocó que quedara en falso con un “comentario de boliche” que se hizo público por un descuido de escuela de parte de los funcionarios de la Secretaría de Presidencia. La prensa argentina comentaba –como un hecho tan insólito como la frase misma– que los micrófonos estuvieran abiertos antes de un acto, algo que con Cristina no podría pasar nunca. Con Cristina ni con ningún presidente o persona pública importante. No es la kermesse de la escuela, muchachos…
Porque está claro que los presidentes son seres de carne y hueso y se refieren de forma popular y hasta a veces mal hablada a diferentes temas y personas en su vida privada. No dicen “toma tú que te toca a ti”. La misma Cristina tiene fama de ser muy mal hablada, por su temperamento y forma directa de ser y hablar. Igual, seguro quedó dolorida y tiene razón. Por el descuido que sea, cuando estas cosas se hacen públicas, duelen. Más que nada por su esposo. En eso tienen razón. Pero nadie puede pensar que más allá de que la expresión no fue feliz, no se le tenga respeto a Néstor Kirchner.
En eso, más allá del impacto inicial comprensible, no puede haber dudas.
Y tiene razón la presidenta si se enoja también porque ella es muy coqueta y sólo le puede caber el término “vieja” en forma cariñosa. Bromas aparte, acá la única manera de salir de este episodio es tomarlo como un blooper a lo Mister Bean que le puede pasar a cualquier mandatario o figura pública cuando los que tienen que protegerlo están tomando mate… El “Pulpa” Etchamendy era un técnico de la “universidad de la calle”, como él decía. Un sabio. Fue campeón a todo con Nacional. Una vez se le lesionó Manga, aquel gran arquero brasilero. Entonces le dijo al pobre suplente que le temblaban las piernitas: “Vos tranquilo botija. Vos atajame las que vayan al arco, no te voy a pedir que me atajes las imposibles. Eso sí, las que vayan afuera no me las metas para adentro…”. Y acá pasó algo así con los muchachos de la Página de Presidencia, que sin darse cuenta-captaron y luego divulgaron la desgraciada frase de boliche.
Claro, si el Presidente no hubiera chusmeado con el intendente Enciso mientras no empezaba el acto, nada hubiera pasado aunque los micrófonos estuvieran abiertos. Ahí está su “pecado”. El contador Damiani, otro gran observador de conductas decía: “El hombres es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”. Aunque muchas veces se mandaba de las suyas y se salía del libreto. Porque es muy difícil que personalidades así, exuberantes, verborrágicas, que no le hacen asco a ningún tema, no se desbanquinen en algún momento. Si algo lo caracteriza a Mujica es que no anda escurriendo el bulto por sus dichos y actos. Nunca.
Pero lo cierto es que su proceder ha sido muy claro con respecto a Argentina y sus gobernantes durante todos estos años, aún cuando eso le ha valido la crítica de gran parte de la oposición que considera que ha sido blando con quienes han sido duros con nuestro país en los temas en litigio. Seguramente ha tenido que tragar mucha saliva en todo este tiempo. Y lo ha hecho por convicción plena de que esa es la forma de proceder para lograr la unión de estos pueblos. Mucho más cuando el nuestro es el más pequeñito de todos y necesariamente tiene que buscar la alianza con los hermanos mayores. Así nacimos, como un estado tapón entre ellos.
Paradójicamente, el “insuceso” tuvo lugar horas antes del encuentro regional “Perspectivas y tensiones del progresismo en América Latina”… No hay otra que tenernos paciencia y comprensión cuando alguno de nosotros nos hacemos un gol en contra. Y ayudarnos, porque si no, quién nos va a ayudar. En eso Martín Fierro sigue siendo la luz: “Los hermanos sean unidos, porque si no se los comen los de afuera”.
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