Por Adrián Freijo - Periodista
La muerte del Dr. Tristán Ventimiglia plantea interrogantes que van mucho más allá del reclamo generalizado por más seguridad. Si el hecho se toma en el contexto de los últimos acontecimientos puede llegarse a concluir que la causalidad está presente como una posibilidad más que latente.
El asesinato del conocido abogado marplatense , enmarcado en una violencia a la que ya estamos acostumbrándonos como a otras cosas cotidianas de la ciudad, adquiere ribetes especiales por tratarse de un pariente cercano de quien es el encargado de organizar desde el municipio todo lo atinente a la seguridad ciudadana.
Hasta aquí sin embargo es dable reflexionar si existe algún motivo para que quienes ejercen posiciones de poder no estén también sujetos a las reglas de muerte y desesperación que jaquea al resto de los ciudadanos.
¿Porqué a ellos no?, sería entonces la pregunta a realizar.
Sin embargo no está demás encarar el tema desde otro ángulo y recordar que desde el mismo momento en el que el Intendente anunció la creación de una policía municipal -que más allá de las palabras no es deseada ni por la fuerza de seguridad provincial ni por la justicia marplatense- se han sucedido hechos que por sus características impactaron muy especialmente a la comunidad.
Tres muertos en un fin de semana, la esposa de una de esas víctimas asaltada a las pocas horas de enterrar al asesinado y ahora el primo del Secretario de Seguridad víctima de un crímen del que aún no se encuentra sentido ni orígen.
Puede ser casualidad -algo que ya enmarca una violencia “al voleo” que alcanza a cualquiera- pero amerita cambiar la pregunta y demandar desde otro perfil.
¿Porqué justamente a ellos…y ahora?, será entonces la inquietud.
Probablemente estemos pecando por exagerados y seguramente el azar ha querido emparentar estos hechos con el avance del proyecto de Policía Municipal; pero no estaría de más que algún funcionario judicial que busque realmente la verdad se detenga aunque sea un instante en la posibilidad de que no estemos en presencia de la casualidad sino de la causalidad.
Porque no sería la primera vez que acontecen este tipo de comportamientos mafiosos y porque está en juego mucha mugre en la que han nadado con absoluta comodidad y durante muchos años quienes hoy se oponen al nacimiento de una nueva fuerza más controlada…y más controladora.
Y tal vez nos llevásemos todos una sorpresa….
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.