Luego de dar el primer paso, los flamantes responsables se encargaron de iniciar el trámite para solicitar la inscripción gremial (personería jurídica) y enviaron la documentación pertinente al Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, adonde hicieron llegar una planilla con la firma de más de 50 empleados del rubro.

Al respecto, señalaron: “creemos haber logrado un gran avance para mejorar nuestras condiciones laborales y, por ende, nuestro día a día”.

Y denunciaron: “cientos de trabajadores del sector sufrimos cotidianamente el abuso que ejercen los empresarios; somos muchos los que estamos en negro, pero también los que están en blanco o en gris son víctimas de reiteradas violaciones laborales de parte de las patronales, que actúan en connivencia con dirigentes gremiales que no representan los intereses de los empleados”.

“Ante esta situación – agregaron – nuestra respuesta fue unirnos y crear un sindicato único, que fomente la participación de los compañeros, que sea de todos los repartidores, y cuya lógica de conducción sea la democracia y no el oportunismo individualista”.

“Ojalá de esta manera podamos reivindicar nuestros derechos y alcanzar el cambio que tanto anhelamos”, concluyeron.