Peñarol cayó como local por 73 a 79 frente a Lanús y quedó en desventaja en la serie de semifinales con un partido ganado y dos perdidos. Nicolás Laprovíttola junto a Robert Battle fueron las figuras en el ganador, Facundo Campazzo y Marcos Mata de lo mejor en el tricampeón.
Peñarol se encuentra en desventaja en una serie de playoffs y es noticia. La supremacía del “Milrayitas” en el último tiempo ha sido tan abismal que hoy sorprende la caída en su casa ante un ordenado Lanús que contó con los sólidos argumentos de siempre para quedarse a sólo un juego de su primera final de Liga.
Al igual que los encuentros en Lanús, en Mar del Plata se suscitó con paridad de principio a fin. De hecho, se resolvió en tiempo suplementario. En ese marco, el “Granate” logró sobrellevar el partido mentalmente y encontró dos figuras inconmensurables: el base Nicolás Laprovíttola, quien hoy atraviesa un momento maravilloso en su carrera, y el pivot Robert Battle.
Peñarol no pudo llevar a cabo su plan de correr la cancha, buscar fluidez ofensiva y, en definitiva, imponer su ritmo de juego. Por eso lo termina perdiendo. Porque, si bien en el tercer cuarto se reencontró con su esencia que lo llevó al tricampeonato, se fue perdiendo sobre el final del partido y, entonces, los de Santander entendieron que era su oportunidad de golpear. Y así lo hicieron.
Lanús golpeó. No sólo con el triunfo, sino donde más duele: en el orgullo. No hay que jugar con el corazón de un campeón, claro. Pero el “Grana” se plantó firme y demostró que no se conforma con llegar entre los cuatro primeros sino que anhela arribar hasta el final. En consecuencia, para darse cuenta de esto, el equipo maduró y, finalmente, cambió la mentalidad a una más ambiciosa, más ganadora.
Le costó más de 25 minutos a Peñarol poder pasar adelante en el marcador. De movida, la visita lideró el resultado y llegó a instaurar una máxima de seis puntos (13-19) en el primer cuarto. Sin embargo, Facundo Campazzo convirtió un triple, extrañamente uno de los pocos en el juego, y el equipo terminó algo más entero.
Peñarol endureció la defensa y sólo le permitió anotar 11 unidades a su rival en el segundo período. No obstante, careció de ideas en ataque. Leo Gutiérrez estuvo bien contenido en el perímetro, sin tener un segundo para armar su tiro. El “Milrayitas” tampoco apostaba por Martín Leiva en el poste bajo, aunque sea para abrir la cancha. Así, sobre el final apareció un triple de Marcos Mata (10) y otro de Matías Ibarra desde el banco para dejar a Peñarol sólo un doble por debajo al entretiempo.
Es muy poco vistoso el juego de Lanús, pero efectivo. Pudo dominar, imponer su ritmo cansino. Entonces, ahí radicaba su triunfo: el poder llevar a Peñarol a jugar de la manera que mejor le convenía. Individualmente el partido estaba parejo y el marcador se mantenía casi en paridad. Sin embargo, la visita consiguió sentirse más cómodo y con mayor tranquildad para afrontar los últimos minutos.
El tercer cuarto empezó a favor de los visitantes, quienes aprovecharon un quinteto inusual de Peñarol con Ibarra, Safar, Mata, Rasio y Tischer. Sin embargo, con el regreso de los titulares, los de Hernández, por primera vez en los tres partidos de la serie, consiguieron acercarse a su esencia, ser el equipo que aún busca ser.
Una volcada de Lucas Tischer y un triple de Mata dieron vuelta el partido (41-40). El público alentó la reacción y el equipo lo retribuyó con un mejor juego. Así, luego de una gran jugada de pick and roll entre el brasileño y Campazzo, Peñarol cerró el período con una ventaja de cuatro unidades (49-45).
Parecía que el encuentro tendría destino azul y blanco, pero apareció Nicolás Laprovíttola. El base necesitaba tener un rival del fuste de Peñarol para potenciar sus habilidades. Entonces no le pesó la mano para lanzar desde la línea de libres (10 de 12) y liquidar el pleito.
Por otra parte, se desarrolló un mal arbitraje encabezado por Juan Fernández, de discutida labor. El juez volvía a Mar del Plata luego de los incidentes en la segunda fecha frente a Obras que terminaría con la expulsión de Gutiérrez. Anoche, Fernández careció de criterio para dirigir y ocasionalmente benefició a la visita. Lo más grosero: dos faltas consecutivas a Leiva y la quinta a Campazzo cuando Laprovíttola claramente cayó solo al suelo.
De todas formas, Peñarol sabe que no debe ponerse excusas. El equipo fue a un suplementario y perdió ante la conducción, precisión e inteligencia del base de Lanús. Además, no pudo encontrar un jugador que lidere en los instantes finales y, fallando tiros que usualmente se convierten, terminó cediendo en su casa.
-Síntesis-
Peñarol (73): Facundo Campazzo (x) 18, David Teague 0, Marcos Mata 17, Leonardo Gutiérrez (x) 6 y Martín Leiva (x) 5 (FI) Matías Ibarra 6, Selem Safar 6, Franco Giorgetti 2, Lisandro Rasio 2 y Lucas Tischer (x) 8. DT: Sergio Hernández.
Lanús (79): Nicolás Laprovíttola 24, Leonel Schattmann 2, Adrián Boccia 7, William McFarlan 12 y Robert Battle 16 (FI) Lucas Pérez 2, Patricio Prato 7, Facundo Giorgi 9 y Fernando Martina 0. DT: Silvio Santander.
Parciales: 16-21, 14-11, 19-13, 16-20 y 8-14.
Serie: 2-1, Lanús.
Árbitros: Juan Fernández, Alejandro Ramallo y Sergio Tarifeño.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.
Fuente: Los Martines