Peñarol sigue jugando por cosas importantes y uno de los personajes que fue clave en este ciclo es su entrenador: Sergio Santos Hernández. Ahora, se encuentra en una situación de suma tensión. Está entre ganar, y llegar a una nueva final histórica, y perder, y quedar fuera de la Liga.

Pese a está álgida posición, el coach mantiene la calma. Sabe que sus dirigidos han ganado tres de las cuatro veces que visitaron el Antonio Rotili en toda la temporada y confía en la capacidad del equipo para sobrellevar momentos cúlmines.

“A medida que van pasando los partidos, uno va haciendo los últimos ajustes y ya muchos ajustes para hacer no hay, para un lado y para el otro”, comenta con tono analítico y con su experiencia como estandarte. “Reina la ansiedad en definitiva y hay que entenderlo para llegar tranquilo al día del juego”, agrega Hernández.

- Son dos equipos que se conocen, ¿creés que puede a llegar a cambiar mucho el juego de mañana?

- No creo. Yo creo que la serie va a seguir teniendo el mismo rumbo, el mismo estilo. Si bien es un poquito favorable a Lanús, nosotros tenemos que hablar sobre realidades no sobre fantasías o ideales que a esta altura después de cuatro partidos suceden. En definitiva es un manejo de las expectativas. Tenemos la expectativa de llevar a Lanús a un juego más abierto, de goleo más alto, de posesiones más cortas y si tenemos esa ilusión muy probablemente nos frustremos a mitad del partido. La verdad es que no creo que vaya a ir para ese lado. Así que tenemos que saber ganar en ese terreno, ya lo hemos hecho varias veces ante Lanús. Nosotros este año jugamos cuatro veces en su cancha y ganamos tres. El año pasado fue algo parecido. Ellos saben que nosotros somos capaces de jugar de igual manera acá y allá, y todo puede pasar. Me parece que la ansiedad va a aumentar más para ellos, porque nosotros ya vivimos muchas finales consecutivas. No digo que nos podemos dar el lujo de quedar eliminados pero sí tenemos ese plus que nos da tranquilidad. Ellos, al estar en esta situación tan fuerte como sería jugar su primera final, tal vez tengan una ansiedad extra que debemos saber aprovechar.

- Según Silvio Santander, ellos siguen manejando el ritmo de la serie, ¿coincidís?

- Sí, es verdad. Pretendíamos que la serie fuese más al estilo Peñarol pero se juega al de Lanús. Cuando un equipo plantea un juego como Lanús, con posesiones largas, de no tomar tiros fuera de lugar para estar balanceado defensivamente, es difícil quebrar ese ritmo. ¿Cuándo lo hacés? Correr por correr no tiene sentido. A veces, estamos confundiendo la velocidad con el apuro y cometemos errores infantiles. Pero también es relativo todo. Vos calculá que tuvimos 27 pérdidas el último partido y ellos 29. Si se juega al ritmo que vos proponés y tenés 29 pérdidas tenés que estar muy preocupado. Si bien los partidos se jugaron a lo que ellos quisieron, también en la serie regular se jugó al básquet que ellos proponen y les ganamos los cuatro partidos. Hay una parte de verdad y también nosotros aceptamos la invitación, jugamos a ese ritmo y no tenemos problema. En este año jugamos ocho encuentros así y ganamos seis. Esperemos que en este último se mantenga la tendencia.

- ¿Cuánto demoraste en caer del triunfo del otro día?

- Yo me di cuenta automáticamente después de haber terminado el partido que habíamos ganado un juego de esos que se dan muy pocas veces. El tiro de Leo no era un tiro de este partido, porque incluso lo tiró bien defendido, desde muy lejos. Ellos hacen una defensa de cambio como suelen hacer y queda Laprovíttola con Leo y Leo le tira en la cara y mete una bomba. Tampoco es de extrañar, porque Gutiérrez es Gutiérrez. Pero estábamos más cerca de perder porque estábamos frustrados, con sensación de que se nos iba la serie y se nos terminaba la Liga y no es fácil vivir esa sensación. Por más experiencia que tengas, esa situación te pone para abajo. Pero este equipo ha demostrado una vez más quién es, por qué logra las cosas que logra y Gutiérrez demostrando por qué es el mejor jugador de la Liga Nacional.

- Qué importante que en el suplementario haya aparecido el Campazzo que conocemos.

- Sí, Campazzo está siendo clave en la serie, pasa que el equipo no está respondiendo en nivel. Nosotros no nos tenemos que olvidar que estamos jugando sin un americano y eso es mucho para cualquiera porque en definitiva la posición de extranjero escolta en Peñarol, como está diseñado el equipo, uno tenía la idea de contar con un jugador con naturalidad para anotar puntos. De hecho, con esta misma estructura la tuvimos con Kyle Lamonte. La mejor producción basquetbolística en toda la historia de Lamonte la tuvo en Peñarol, luego con Davd Jackson. Cae justo ese lugar. David Teague en su momento lo hizo bien: nuestros mejores partidos en el año los hicimos con un buen David. Pero ahora no puede jugar, entonces no es poco. Leo está jugando en malas condiciones físicas. Si fuera serie regular Leo no jugaría estos partidos. Es muy difícil, se empieza a desnaturalizar todo. Entonces Campazzo tiene que tomar un rol que exagera la cantidad de tiros porque los necesitamos. Mata tiene que jugar 80 minutos en dos días, tomando también una cantidad de tiros extraordinaria, defendiendo al mejor jugador del otro equipo, reboteando. Lo mismo le pasa a Leo, lo mismo le pasa a Leiva. Todo es producto de lo mismo. Tenemos un gran equipo enfrente, especialista en defensa, que te obliga a jugar el cinco contra cinco, no tenemos el escolta natural goleador, jugadores con acumulación de minutos. Campazzo que es el que tiene que tomar las decisiones del equipo se da cuenta a veces que necesitamos más acciones individuales y a veces son afortunadas como en el final del último juego, donde él concreta el 100% de los tiros libres y es el MVP del partido, y a veces son desafortunadas como pasó en el anterior o en otras situaciones. Pero Campazzo es uno de los jugadores que está llevando adelante esta serie sin ninguna duda.

- ¿Cómo está físicamente David Teague?

- Mal, está con una pubalgia. Es una lesión que te mata, con dolor las 24 horas. Ayer entrenó, hizo la entrada en calor y cuando empezó la práctica, a los cinco minutos, se tuvo que retirar porque no daba más. Es un dolor muy feo, se está infiltrando directamente en la zona. Vos sabés lo que es eso, inyectarse directamente en el pubis. No cualquiera hace eso y lo está haciendo para llegar lo mejor que pueda a la hora del juego. Pero así y todo no alcanza y, si bien se le va un poquito el dolor, está muy débil, sin ritmo, falto de entrenamiento, porque al otro día no se puede ni mover. Así que está complicado. Veo difícil que juegue mañana pero va a seguir mañana porque está muy comprometido con el equipo.
Fuente: Gonzalo Lascar www.losmartinesweb.com