Peñarol cayó ante Lanús 65 a 60 en el quinto punto de la serie semifinal y se despidió de esta Liga Nacional. Facundo Campazzo fue el goleador “Milrayitas” con 16 puntos. El “Granate” se clasificó a su primera final en su historia.
El juego entre ambos deparó los mismos condimentos que presentaron en los partidos anteriores, pero con una variable anímica y emocional que, por momentos, marcaron el destino del encuentro. Fue una guerra de corazones mezclada con básquet.
En ese contexto, Lanús fue más inteligente para jugar pero nunca pudo dominar a un tricampeón que se vio empujado por su orgullo. Se levantó cuando sus piernas no tenían más resto y la peleó hasta la última pelota para vender bien cara su derrota.
En cuanto al partido, Robert Battle convirtió los primeros dos puntos del juego y Adrián Boccia anotó un doble para el primer parcial de 4 a 0 a favor del local. De todas formas, martín Leiva capturó un rebote ofensivo y descontó a través de un doble.
El juego comenzó con la misma intensidad defensiva que en toda la serie. Con pérdidas, con ofensivas largas y con Peñarol sin tener precisión en sus lanzamientos (0/3 en triples). A todo esto, Nicolás Laprovíttola anotó un triple y estiró el parcial por 7 a 2. Por eso, Sergio Hernández, obligado por la presión del último juego de la serie, pidió el primer minuto del partido.
En la salida, Adrián Boccia convirtió el segundo triple de Lanús y sacó una máxima de ocho puntos (10 a 2). Facundo Campazzo ganó dos puntos en la línea de libres y sacó a su equipo de la sequía ofensiva de los primeros instantes.
Peñarol no podía encontrar fluidez en ofensiva y no hallaba esos buenos tiros que añoraba en la previa. Por eso, en seis minutos anotó sólo cuatro unidades.
Recién a falta de tres minutos David Teague anotó el primer triple de Peñarol paa descontar y poner el marcador 12 a 7. Enseguida, falló Lanús y Leiva, del otro lado, convirtió un doble clave para acercarse (12-9). El “Milrayitas” había hecho cuatro puntos en siete minutos e hizo cinco en cuarenta segundos. Así es Peñarol.
Sin embargo, Lanús se reacomodó, ajustó la defensa, y la visita tampoco encontró el tiro externo. Entonces, Patricio Prato volvió a poner una diferencia de ocho puntos (17-9) para cerrar el primer cuarto con mayor holgura.
El segundo período favoreció nuevamente al local. Un doble de McFarlan y un triple de Prato le dieron una ventaja de 13 puntos (22-9) aunque lo más preocupante fue la diferencia dentro de la cancha. Peñarol sangraba y Lanús lo iba a buscar.
Franco Giorgetti anotó y sacó a los suyos de una nueva sequía. El tricampeón debía remontar, ser inteligente y, por sobre todo, tener una confianza perdida en el tercer juego de la serie. Selem Safar consiguió el segundo triple del equipo en trece intentos para el marcador de 24 a 16. Dos libres de Campazzo y un triple de Leo Gutiérrez puso a Peñarol un triple por debajo (24-21). El “Milrayitas” volvía de a poco con ese parcial de 12 a 2.
No obstante, volvió la irregularidad que lo acompañó durante todo el año, no pudo mantener el buen momento y Lanús retomó el control del juego, especialmente en la conducción de Laprovíttola, para sacar un parcial de 8 a 0. En consecuencia, el “Granate” se fue al descanso largo con ventaja por 32 a 23.
Peñarol salió con otra actitud, con otra determinación, en el tercer cuarto. Recuperó en la primera posesión y Leo Gutiérrez anotó un triple en la réplica. Enseguida, Campazzo convirtió un doble y puso el marcador 32 a 28.
Los de Hernández tuvieron la chance de ponerse a cuatro puntos, a perder por nueve gracias a la buena labor de Adrián Boccia. Sin embargo, Campazzo contrarrestó con un triple, su primero e, inmediatamente, Boccia volvió a anotar un doble y sacar la falta. El partido se hacía de ida a vuelta. Lanús mantenía la ventaja, aunque no con su defensa característica, sino por la acción individual de su alero en ataque que convertía 17 unidades de las 42 del equipo (42-33).
El local se acomodaba al ritmo de Boccia (19) y Peñarol se perdía en sus defectos para atacar con claridad. Más por fuerza y por el empuje de su gente, el equipo intentó una reacción. Selem Safar tomó un rebote ofensivo y convirtió un doble, aunque falló el libre de premio por la falta. Como respuesta, Prato anotó dos libres y, en consecuencia, el “Granate”, pese a un doble de Marcos Mata, cerró por delante en el marcador 51 a 44.
El último cuarto deparaba todos los sentimientos juntos. La diferencia no era mal vista por Peñarol, el dueño de casa estaba mejor parado y ambos definían su pase a la final. Nervios, ansiedad, cansancio, desinteligencias, individualidades y el reloj que buscaba, pese a todo, terminar su cuenta para consagrar a uno de los dos.
Entonces, el tricampeón sacó a relucir su orgullo, por sobre el juego. Lucas Tischer le aportó energía al equipo y Safar, con dos triples, dejó a Peñarol cuatro puntos por debajo (51-47).
Leo Gutiérrez perdió una chance de ponerse a dos puntos por debajo al malograr dos libres. En la jugada siguiente Boccia falló un tiro cómodo y, en la contra, Lucas Tischer anotó con vehemencia un doble (51-49).
El brasileño Tischer entendió su rol, entró fuerte en defensa, le cambió la actitud al equipo, aunque salió por cinco faltas cuando el marcador daba poco más de ocho minutos por jugar.
Tres libres de McFarlan le dieron serenidad a Lanús (54-49) que estaba en un pasaje complicado para anotar merced a la buena e intensa defensa de Peñarol. Por otra parte, Leo Gutiérrez anotó dos libres y descontó a un triple (54-51).
El partido se fue llevando al juego de Peñarol que con una gran defensa logró recuperar y, por un doble de Campazzo, se puso a un punto. La respuesta tardó en llegar: doble de Prato y libre de falta convertido (57-53).
A falta de cuatro minutos, el “Granate” logró sacar una diferencia de seis puntos (59-53). Peñarol fue perdiendo el ritmo que había logrado imponer al inicio del cuarto y el cansancio fue carcomiendo a los jugadores quienes habían estado a un punto de empatar y vieron cómo se les escapaba el encuentro.
Lanús terminó mejor parado, más organizado y manejando la tranquilidad del resultado. Además, jugó con la diferencia que podía sacar por los libres y Peñarol cayó en el apuro de querer descontar. Sin buenos resultados.
De todas formas, Selem Safar anotó un triple a falta de 30 segundos y un libre de premio para poner a los suyos un punto por debajo nuevamente. Sin embargo, Prato, desde la línea, le dio una diferencia de tres unidades al local (64-61).
Peñarol tuvo la última a falta de 13 segundos. Era jugársela a un triple, apostar y esperar. Safar tuvo la última y falló en el tiro final.
En definitiva, los de Santander se abrazaron a una victoria que representa un gran hito en su institución porque le permite acceder a su primera final. Peñarol, por su parte, se despidió de un torneo que le fue esquivo desde el principio. Si bien tuvo momentos de alto vuelo, nunca a lo largo de la temporada se sintió cómodo y en esta serie, más que nunca, se vio reflejado.
-Síntesis-
Lanús (65): Nicolás Laprovíttola (x) 10, Leonel Schattmann 0, Adrián Boccia 19, William McFarlan 9 y Robert Battle 6 (FI) Lucas Pérez 0, Patricio Prato 17, Facundo Giorgi 4 y Fernando Martina 0. DT: Silvio Santander.
Peñarol (60): Facundo Campazzo 16, David Teague 3, Marcos Mata 6, Leonardo Gutiérrez 8 y Martín Leiva 7 (FI) Matías Ibarra 2, Selem Safar 11, Franco Giorgetti 2, Lisandro Rasio 0 y Lucas Tischer (x) 5. DT: Sergio Hernández.
Parciales: 17-9, 15-14, 19-21 y 14-16.
Serie: Lanús finalista, 3-2.
Árbitros: Alejandro Chiti, Daniel Rodrigo y Fabricio Vito.
Estadio: Antonio Rotili de Lanús.
Fuente: Gonzalo Lascar-Los Martines