El candidato a la Defensoría, Fernando Rizzi, dialogó en Punto de Partida (FM 101.9) y destacó que es un cargo muy importante para mantener la esencia del sistema democrático republicano y, además, para controlar la administración municipal.
Así, inició: “Hay una única lista de aspirantes, pero sí voy a estar por los colegios profesionales. Ya estoy hablando con algunos, con muchos tengo relación de años, y la idea es tratar de lograr el apoyo de los colegios para trabajar en conjunto”.
“La doctora Arza ha hecho un trabajo muy inteligente con los colegios a través de foros, de haber mantenido el contacto, de haber impulsado juntos algunas líneas de labor. La idea es seguir estas buenas líneas de trabajo”, agregó.
Además, señaló: “Es un proceso participativo amplio, genera interés en mucha gente. Mientras más gente se inscriba, mejor. En los procesos de selección, cuanto más propuestas haya, mejor. Ojalá que se anote mucha gente”.
“El trabajo de la Defensoría tiene un perfil de control de la administración. Esto habla mucho de controles, no político partidario como el que ejerce el Concejo Deliberante, sino sobre la administración municipal y la defensa de los derechos de los ciudadanos”, sostuvo.
Al mismo tiempo, subrayó: “El Defensor del Pueblo tiene que protegerlos, cuidarlos. Es un cargo muy importante. Hace a la esencia misma del sistema republicano. Rendir cuentas y ser controlado son dos pilares de cualquier sistema democrático republicano”.
“Además, lo que es la atención al vecino, que no está satisfecho con las prestaciones de la administración. Cualquier sector, desde alumbrado, recolección de residuos, funcionamiento de servicios públicos en general o prestaciones, desde Obras Sociales hasta la luz y el gas”, indicó.
Por último, explicó: “Todos esos reclamos tienen la posibilidad de ser atenidos por el Defensor del Pueblo. Por eso, debe ser una figura activa, fuerte, institucionalmente muy consolidada, pero que debe trabajar mucho. El que cree que esto se puede hacer a medias se equivoca. Hay que dar la cara, estar presentes, prestar la oreja y luego ponerse a la acción para mejorar la calidad de vida de la gente”.