Por Maximiliano Abad
Concejal de la UCR de Gral. Pueyrredon
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, nos ha quitado la capacidad de sorprendernos. Ahora decidieron cambiar el horario del Fútbol con el único objeto de quitarle rating al programa PPT, por lo que se pretende que los días domingo, en forma alternativa Boca y River comiencen a jugar a las 21,30.
Ya no hay límites, todo vale, vamos por todo dicen y así actúan. Con tal de que los Argentinos no se enteren de las escandalosas denuncias de corrupción, ni vean el paso de mendigos a millonarios en tiempo record, no solo de los funcionarios cercanos al matrimonio K, sino de choferes, jardineros, secretarios etc..., no importa poner en riesgo la seguridad y la integridad de miles de compatriotas, los caprichos de la presidente son mas importantes. Además se subestima seriamente a la gente, ¿se piensan que nadie se va a dar cuenta? Lo que pasa es que el relato se agota y se toman medidas desesperadas y contradictorias. Es demasiada la preocupación demostrada por denuncias que los comunicadores oficiales consideran falaces, además si el gobierno fuera todo que dice ser ¿de qué preocuparse? Pero la verdad es muy distinta, el relato es falso, la corrupción es escalofriante, la gente se está dando cuenta, y eso los aterra.
Este cambio de horario, fue rechazado en forma unánime por los presidentes de Boca y River que no quieren saber nada con que se los utilice en las disputas mediáticas del gobierno. Y el principal argumento es el de la seguridad de los hinchas, el riesgo de que ocurran incidentes lamentables es mucho mayor a altas horas de la noche, y las dificultades de la gente para regresar a sus hogares se agravan por la reducción en la frecuencia del transporte público. Por ejemplo, el próximo domingo Boca viajaría a Rosario para jugar con Newells, lo que ocasionaría que al regreso, los simpatizantes estén en la ruta a la madrugada, lo que sin duda aumenta el riesgo de algún ataque que pueda terminar en un hecho de sangre. También está la cuestión laboral, ya que la mayoría de la gente que concurre un domingo a la cancha, el lunes se levanta a las 6 o 7 de la mañana para ir a trabajar, algo que tal vez no hagan quienes tomaron la decisión.
Como podemos ver, a este gobierno nada le importa, en cualquier país democrático, la prensa dice lo que considera sin que ello levante revuelo, y los gobernantes se dedican a solucionar los problemas de la gente, entre ellos la seguridad de los espectáculos deportivos. Pero por lo visto, el ego de la señora es un bien jurídico superior, dividir la pantalla y ocultar la corrupción es mas importante que la vida de los Argentinos, por lo tanto, ante una medida tan irresponsable, solo podemos rezar para que no ocurra una desgracia, pero si ocurre, el culpable tiene nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner.
ACLARACIÓN: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.