“Cuando lanzás la Liga y los jugadores y la gente la están jugando, nosotros ya estamos viendo la Liga que viene. Porque ya está jugada esta Liga”. Así de conciso, así de conceptual y con la claridad de años en el ambiente, Domingo Robles describe su forma de jugar en este tramo de la Liga. Porque claro, la Liga ya se está jugando, y mucho.

En ese marco, la mayoría de los dirigentes de la AdC se reúnen asiduamente con la finalidad de tomar medidas, juntar adeptos, votar ideas, que los lleven a tener presupuestos más manejables de cara a las próximas temporadas. “Yo tengo la teoría que la responsabilidad es nuestra, de los dirigentes, tenemos que hacer autocrítica”, asegura el presidente de Peñarol.

Pero, además, con sencillez y sapiencia, reduce el conflicto en la siguiente declaración: “No puede haber un contrato en Argentina por encima del de Leo Gutiérrez. Pero no lo digo yo, lo dicen las estadísticas”. Su idea es clara: nadie puede ganar más que el más ganador. Rompiendo este paradigma el resto es una incongruencia.

“La experiencia nos dice que son pocos los jugadores que te cambian la historia. Cuando a vos te piden por un jugador que no te cambia la historia X cantidad de plata habrá que empezar a decir que no. Tenemos que aprender a decir que no. Es todo oferta y demanda. Creo que algunos valores son por venganza. Acá lo único que corta tickets son los resultados. Los dirigentes tenemos que hacer mea culpa y pagar lo que se debe pagar”, asegura Robles.

En definitiva, la situación presenta a dirigentes más austeros pero con el mismo, o incluso más, temor al fracaso deportivo. Sin embargo, el máximo exponente “Milrayitas” opina que “muchas veces está la excusa de querer armar un equipo competitivo, que también lo podés formar. Sobre todo si hacés un buen trabajo, si moldeás juveniles potables. Porque si después vas a andar a los billetazos va a salir mal”. “Tener el presupuesto más caro y salir campeón es lindo pero no es un mérito extraordinario. Acá el mérito extraordinario es picar con un presupuesto de séptimo puesto”, sentencia.

Al fin de cuentas, se juega a la ruleta rusa. Las cosas pueden salir muy bien o muy mal, todo depende de tus movimientos, de tu apuesta. En medio de todo esto se encuentra la incertidumbre que hace tan atractiva a la Liga Nacional. Quitarle los descensos sería sacarle esta adrenalina a la competencia. Entretanto, Domingo insiste: “Yo te diría que Peñarol está debajo de siete equipos en presupuesto. Me podés decir que tenemos a Leo Gutiérrez, ¿cómo puede haber diez, doce, quince jugadores con contrato más alto que él?”.

No obstante, en otro orden de cosas, se devela la verdadera necesidad del directivo de Peñarol. Las necesidades. Lo primero parece muy encaminado; lo segundo aún no está resuelto. Sin dudas, por su cabeza hoy está el laberinto de las renovaciones tanto de Martín Leiva como de Marcos Mata.

“Martín transmite otras cosas más allá de lo basquetbolístico. Es un ganador nato, un asesino del básquet. Siempre me quedo con él. Es un jugador clave. De hecho, no sé si él sabe del esfuerzo que hacemos por retenerlo. Nosotros estamos dejando la vida para quedarnos con Martín y con Leo. Por eso tampoco vemos los relevos, primero queremos asegurar a los titulares. Pero Martín está a prácticamente nada de renovar”, sostiene.

Por otra parte, pareciera que la historia de encantos con el alero estaría próxima a su fin o, por lo menos, a diferencia de otras temporadas, con futuro incierto. En cierta forma es una situación melancólica por los años de Mata en el club. “Lo empiezo a ver jugar al básquet a los doce años que era normal. A los quince dije que iba a ser crack. A los dieciséis lo compramos entre cinco dirigentes y lo llevamos a Peñarol. Se lo sacamos a Real Madrid que traía una oferta de 100000 euros”, describe Robles.

“Siempre digo que en la vida lo que se da con lealtad se paga con honor y no tengo duda que Marcos va a responder a eso”, comenta con un tono esperanzador. De todas formas, tiene en claro que no le quitaría ninguna oportunidad para que siga creciendo en su carrera. “Si se va a España es un paso importante en su carrera en tanto se vaya a un equipo protagonista. Ahí, Peñarol lo va a esperar hasta que firme. Pero en la Liga Argentina no voy a esperar a nadie porque Peñarol se merece el respeto”, señala.

Por último, habla sobre el flamante hombre que se encargará de entrenar el equipo que consiga armar. Toda una responsabilidad. “Históricamente no hacemos muchos cambios”, apunta Domingo y, en consecuencia, asienta argumentos en la elección de Fernando Rivero como técnico.

“No veo claramente, de los que están sueltos, un técnico para Peñarol. Digo, qué mejor que el “Tulo” que lleva ocho años con nosotros. En todas las pretemporadas estuvo él porque Sergio Hernández estaba en la Selección”, comenta. “Yo le tengo mucha fe. Confiamos plenamente en él. Estoy seguro que no va a desaprovechar la oportunidad porque va a trabajar el doble que cualquier otro técnico”, agrega con palabras medidas.

No todo está tan quieto como parece en esta Liga Nacional. Peñarol ya fijó un rumbo para su nuevo objetivo de “seguir siendo protagonistas”. Buscará renovar la columna vertebral y le dio el respaldo al nuevo entrenador, eso está claro. En tanto, resta definir cuánto puede anticipar la jugada Domingo Robles: “Nosotros ya estamos viendo la Liga que viene”.