En la homilía del Angelus de todos los domingos, el papa Francisco se refirió a los conflictos armados y en especial al actual en Siria y en Latinoamerica.
Francisco recordó los “muchos” conflictos que se registran en el mundo y se centró en dos zonas: Siria, de la que deploró las “trágicas consecuencias” de su guerra, y Latinoamérica, de la que aplaudió los recientes avances hacia la paz logrados.
Durante el rezo del Ángelus desde la plaza de San Pedro del Vaticano, el papa argentino se refirió a los conflictos en América Latina sin citar ninguno en concreto, después de abordar ayer con el presidente de Uruguay, José Mujica, el conflicto colombiano y el papel que la Iglesia puede tener en las negociaciones de paz.
“En el mundo hay muchas situaciones de conflicto, pero hay muchas señales también de esperanza. Querría animar y expresar mi apoyo a los recientes pasos logrados en varios países de América Latina hacia la reconciliación y la paz. Acompañémoslos con nuestro rezo”, dijo Francisco.
Sobre la cuestión siria, el pontífice recordó que se mantiene “viva” y sigue haciéndole “sufrir” su “preocupación por la persistencia del conflicto que desde ya hace más de dos años incendia Siria y afecta especialmente a la población indefensa, que aspira a una paz en la Justicia y la comprensión”.
“Esta tormentosa situación de guerra lleva consigo trágicas consecuencias: muerte, destrucción, ingentes daños económicos y ambientales, como también la plaga de los secuestros de personas”, afirmó el papa desde el balcón en una soleada mañana de domingo ante una abarrotada plaza de San Pedro.
“Deplorando estos hechos -agregó-, deseo garantizar mi rezo y mi solidaridad con las personas secuestradas y sus familiares, y hago un llamamiento a la humanidad de los secuestradores para que liberen a las víctimas”.
Francisco explicó asimismo que este domingo por la mañana celebró una misa con militares y familiares de fallecidos en misiones de paz, “que pretenden promover la reconciliación y la paz en países en los que se derrama aún tanta sangre fraternal en guerras que son siempre una locura”.
“Todo se pierde con la guerra. Todo se gana con la paz. Pido un rezo por los caídos, los heridos y sus familiares”, aseveró.
El pontífice recordó que el Evangelio propone este domingo el episodio bíblico de la multiplicación de los panes y los peces, en el que Jesús quiso enseñar a sus discípulos la importancia de compartir cuando escasean los bienes, algo que Francisco quiso traer a colación de la actual situación de crisis económica.
“Jesús sabe bien lo que hacer, pero quiere implicar a sus discípulos, quiere educarles. El de los discípulos es el comportamiento humano, que busca la solución más realista, que no cree demasiados problemas: olvídate de la multitud, que cada uno se las apañe como pueda, que, por lo demás, ya has hecho mucho por ellos”, incidió el papa.
Precisamente la fiesta del Corpus Christi, celebrada el pasado jueves, añadió, “nos pide que nos convirtamos a la fe de la Providencia, que sepamos compartir lo poco que somos y que tenemos, que no nos encerremos nunca en nosotros mismos”.