Oscar Parrilli, dialogó en Casa de Gobierno con representantes de la colectividad italiana sobre el estado del Monumento a Colón, que tiene riesgo inminente de colapsar por la falta de mantenimiento durante décadas y sucesivas agresiones a su estructura.
En un prolongado encuentro, realizado el jueves último en el Salón Norte, el funcionario estuvo acompañado por profesionales y especialistas de la Universidad Nacional de La Plata, quienes dieron la explicación técnica del estado de la escultura, lo que fundamenta la propuesta del gobierno nacional de trasladarla de la parte trasera de la Casa Rosada, donde está hoy.
Los dirigentes comunitarios agradecieron la reunión y la preocupación de las autoridades nacionales por restaurar el monumento, que fue donado por sus antecesores para el Centenario de la Independencia. Hasta ahora, jamás tuvo tareas de mantenimiento y, tras haber sufrido los bombardeos a Plaza de Mayo de 1955; un atentado explosivo en 1987; el tránsito de vehículos pesado y el abandono, hoy corre el riesgo inminente de colapsar.
Así lo explicaron arquitectos, peritos e ingenieros que realizaron un estudio de la estructura del mismo ante alrededor de una docena de dirigentes.
En la reunión, participó además el intendente de General Pueyrredon, Gustavo Pulti, quien reiteró los deseos de llevar la estatua a su ciudad para ser empotrada en el futuro Paseo Latinoamericano, en Plaza Colón frente al Casino.
Acompañado por los autores del proyecto, el intendente explicó el diseño del Paseo, donde estarán representados los pueblos originarios; los libertadores de América y la llegada de los europeos. El edil recordó también la fuerte presencia de ciudadanos y descendientes de italianos en su distrito, y valoró que se trata de un puerto sobre el mar hacia donde miraría la estatua del marinero genovés.
En la reunión, Parrilli fustigó el manejo político que han hecho las autoridades porteñas y dirigentes del PRO del traslado, “que critica todo lo que emprende el gobierno nacional”. Asimismo, se lamentó de no haber podido concretar este encuentro entre los dirigentes comunitarios y los técnicos “antes de que la incontinencia del gobierno porteño hiciera explotar este asunto en los medios de mala manera y sin fundamentos”.
El funcionario enfatizó que el gobierno nacional no “está escondiendo a Colón sino valorizándolo, poniéndolo en un lugar que lo sitúa en un contexto histórico”.
Voces italianas
Luigi Pallaro, presidente de Feditalia, encabezó la comitiva y agradeció la invitación de Parrilli y su disposición a escuchar las voces de los italianos.
Francisco Nardelli, vicesecretario general del Consejo de Italianos para América Latina, sostuvo que el Monumento a Colón fue un regalo de la colectividad italiana a la Argentina y admitió el derecho del estado argentino a disponer su reubicación.
Por su parte, Graciela Laino, presidenta del Comité de los Italianos en el exterior, COMITES, de Buenos Aires; Darío Signorini, de la Federación Italianos en Argentina, FEDIBA; el Presidente de la Asociación de ex Combatientes, Manfredo di Montezomolo y el dirigente Fabio Borroni, si bien expresaron su vocación de llegar a un acuerdo, manifestaron su anhelo de que el monumento permanezca donde está.
Incluso el vicepresidente de la Asociación Dante Alighieri de Buenos Aires, Marco Basti, sugirió que la figura de Colón conviva en el espacio que hoy ocupa con la estatua de la generala Juan Azurduy, que el Presidente Evo Morales donará a la Argentina y que el gobierno nacional quiere poner en la Plaza Colón de la Ciudad de Buenos Aires.
El grupo estuvo acompañado por el consejero Martín Lorenzini, jefe de la Oficina Social y de Coordinación consular de la Embajada de Italia en Argentina. También participó el dirigente Giovanni Di Raimondo.
A pesar de las diversas miradas sobre el traslado a Mar del Plata, los dirigentes valoraron haber sido escuchados y la decisión del gobierno nacional de invertir dinero en restaurar y cuidar el monumento que, como dijo Parrilli, durante más de 90 años fue abandonado por los gobiernos de diverso signo.
Del encuentro participaron también diputados nacionales y legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, como Roberto Feletti; Tito Nenna; Juan Cabandié y Horacio Pietragalla, quienes respaldaron el proyecto de revalorización del monumento propuesto por el gobierno nacional.
“Los italianos están en todo el país y el monumento no es sólo patrimonio de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. Mar del Plata es querida y visitada por personas de todos los estratos sociales argentinos y está asociada a las vacaciones, a la felicidad”, sostuvo Feletti.
Por su parte, Juan Cabandié manifestó que hoy el monumento está en un lugar al cual sólo se accede por tránsito pasante y reclamó una “mirada federal” de la Argentina.
En ese mismo sentido se expresó Alfonso Vóttola, secretario de la Casa de Italia en la ciudad balnearia, quien agradeció que el gobierno nacional quiera poner la escultura en Mar del Plata.
Por su parte, Guillermo Dillelia, hijo de inmigrantes italianos, sostuvo que más que importar dónde se la ubique, lo fundamental es que el gobierno nacional preserve la escultura.
Finalmente, Mauro Sabbadini, ex dirigente de la comunidad indicó que el proyecto presentado “recupera y valoriza la memoria de la inmigración” y felicitó a sus autores. A su juicio, cumple “acabadamente con los estatutos de nuestras asociaciones y federaciones”.
Los expertos
En tanto, Mariel Ciafardo, decana de Bellas Artes de la UNLP, precisó que una obra de arte requiere de un público para serlo y argumentó que allí donde está hoy al Monumento a Colón lo ve muy poca gente. Aseveró que el traslado del mismo es parte de su puesta en valor y “que realmente la colectividad se hubiese sentido ofendida si la obra llegada a colapsar”.
El ingeniero Ernesto Hirsch, de la UNLP realizó un informe técnico del estado del monumento para lo cual se basó, dijo, en documentos históricos y en la observación in situ. Informó que detectó “gran cantidad de manifestaciones patológicas, que van desde alteraciones superficiales con riesgo cierto de desprendimiento hasta inseguridad del cuerpo en su conjunto”.
Los peritos y profesionales coincidieron en que es indispensable la restauración y puesta en valor de la obra. En palabras del ingeniero Juan Alberto Arriegue, quien trabaja desde hace un año en esta tarea, “lo más grave que tiene el monumento son cuestiones que hacen a su estabilidad”. Alertó que en cualquier momento puede desprenderse y caer un pedazo de 2 a 4 toneladas sobre las esculturas que están abajo.
Tras escuchar a los técnicos, Pallaro sostuvo que “los regalos una vez entregados, pertenecen a quienes los reciben” y reconoció que el Estado argentino “dispone de la potestad de hacer lo que quiera con ellos”, en alusión al Monumento a Colón.
Por su parte, Oscar Parrilli cerró el encuentro diciendo que está todo dispuesto para empezar los trabajos de restauración y reiteró la urgencia de desmontar el monumento. Finalmente, precisó que no es la primera vez que se traslada una escultura de su lugar original. “Lo importante es ponerlo en valor, de acuerdo a su entorno actual”, señaló.
Fuente: Télam