Frente al aumento de usuarios que se retrasan con el pago de sus obligaciones, las entidades bancarias redujeron los límites de extracción de las tarjetas y lanzaron un plan para contener el aumento de deudas por compras en cuotas.
Entre los mecanismos implementados por los bancos se encuentran la eliminación de descuentos y beneficios en determinados rubros y los llamados telefónicos o recordatorios en los resúmenes de cuenta que se envían cuando se detectan moratorias tempranas.
Una de las estrategias fue la reducción de los máximos de compra y financiación que se ubicó entre un 15 y un 30 por ciento del monto que disponían los usuarios.
Los bancos también decidieron ofrecer préstamos personales para los usuarios morosos. Con esta medida, las entidades bancarias podrán cancelar los compromisos ya contraídos y volver a financiar estas deudas con intereses no regulados por el Banco Central.