La Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside monseñor Jorge Lozano, hizo estas observaciones en el mensaje final de la Semana Social que reunió en Mar del Plata a casi 400 funcionarios, dirigentes políticos, sindicales y sociales tanto del oficialismo como de la oposición.
La Iglesia reclamó que se respete “la plena vigencia de la división de los poderes republicanos” en medio de la controversia entre el Gobierno y la Corte Suprema por la reforma al Poder Judicial y pidió afianzar la “calidad institucional” de la democracia para lograr la inclusión social.
La Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside monseñor Jorge Lozano, hizo estas observaciones en el mensaje final de la Semana Social que reunió en Mar del Plata a casi 400 funcionarios, dirigentes políticos, sindicales y sociales tanto del oficialismo como de la oposición.
“Estamos convencidos de que debemos seguir trabajando con gran empeño para asegurar la plena vigencia de la división de los poderes republicanos en el seno de la democracia”, señaló el documento.
Y, apuntó que “esa democracia que tanto nos ha conseguido conquistar y que hemos de cuidar cada día, aún necesita seguir madurando y fortaleciéndose”.
El párrafo hace elíptica referencia a la polémica suscitada, con fuertes críticas de la presidenta Cristina Fernández, a raíz del fallo de la Corte Suprema que confirmó la inconstitucionalidad de cuatro artículos de la ley que reformó el Consejo de la Magistratura y dejó sin efecto la convocatoria a elecciones para abogados, jueces y académicos que integran ese cuerpo.
En el mensaje final, la Iglesia aseguró también que “la calidad institucional es el camino seguro para lograr la inclusión social a la que tanto aspiramos”.
Al citar la Doctrina Social de la Iglesia, el documento apuntó que “una auténtica democracia no es sólo resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunción del bien común como fin y criterio regulador de la vida política”.
Tras valorar que en estos días se haya “privilegiado el diálogo en pos de la construcción del bien común”, reafirmó que “la promoción de políticas públicas es una nueva forma de opción por nuestros hermanos más pobres y excluidos”.
Asimismo, instó a “ser parte, a comprometernos cada vez más en la consolidación de la democracia promoviendo nuevos estilos de liderazgo” y destacó la participación de los jóvenes, a quienes alentó “en su compromiso social y político” como “auténtica fuerza de cambio social”.
El cierre de la Semana Social 2013, organizada en comunión por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, se llevó a cabo en el Hotel 13 de julio de Mar del Palta, del gremio Luz y Fuerza, luego de tres días de conferencias y paneles.
De las actividades participaron legisladores y funcionarios, entre ellos el gobernador bonaerense Daniel Scioli, su par salteño Juan Manuel Urtubey, sindicalistas y referentes sociales.
En ese marco, la Iglesia logró reunir Hugo Moyano y Antonio Caló, jefes respectivamente de la CGT opositora y de la CGT oficialista, quienes ayer se saludaron con un afectuoso abrazo.
Sin embargo, Moyano aseguró al disertar que “hoy no tenemos calidad institucional, desde el mismo gobierno se ataca a las instituciones. Después se habló de democratización de la justicia y ante los fallos adversos se atacó a la justicia en forma despiadada”.
“En algún momento nos vamos a sentar para hablar de la unidad del movimiento sindical”, le propuso Caló frente a las cámaras, mientras Moyano agregó: “El movimiento obrero no está peleado, solo tenemos nuestras diferencias”.