Quequén no podía tener un mejor regalo en su 159º aniversario: el Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó por unanimidad la Ley de Creación de Nuevos Municipios.
En medio del fárrago de las campañas electorales, pasó desapercibida una noticia de gran impacto para las decenas de ciudades de la provincia de Buenos Aires que pretenden conformar nuevos municipios. En la sesión del pasado 11 de julio, el senado provincial votó por 38 votos a favor, ninguno en contra y sin abstenciones el expediente E 335 cuya carátula dice “ESTABLECIENDO EL PROCEDIMIENTO PARA LA CREACION DE NUEVOS MUNICIPIOS EN LOS TERMINOS DEL ART.190º Y CONCORDANTES DE LA CONSTITUCION PROVINCIAL”.
El mencionado proyecto, que ahora cuenta con media sanción, fue una propuesta de la senadora provincial Cristina Fioramonti (Frente para la Victoria) quien lo presentó a fines de 2012 y fue fruto de un arduo trabajo legislativo de consenso. El trámite previamente tuvo el visto bueno de las Comisiones de Reforma Política y Reforma del Estado, Asuntos Municipales; Descentralización y Fortalecimiento Institucional; y Legislación General del Senado.
En estos días, el proyecto va camino a ingresar a la Cámara de Diputados de la provincia para su tratamiento. Si este resulta favorable, y con el aval del gobernador Daniel Scioli, podría viabilizarse una de las normativas de más alto impacto en la vida de los bonaerenses.
La importancia de este proyecto radica en que establece las pautas y requisitos para la creación de nuevas municipalidades que reclaman decenas de localidades y ciudades de toda la provincia de Buenos Aires. En la actualidad, existen 135 municipios en el territorio provincial, contando al de más reciente creación, Lezama.
El caso de Quequén
La lucha de tantos años y de tantas generaciones de autonomistas de Quequén está rindiendo sus frutos. El avance de este proyecto que pronto puede transformarse en ley es también consecuencia de la incansable vocación de los quequenenses por brindarle a su pueblo una mejor calidad de vida y defender una identidad propia.
En 1979, un decretazo del entonces gobernador Ibérico Saint Jean separó el territorio de Quequén en dos y una parte quedó para el municipio de Lobería y otra parte para Necochea. Esa arbitrariedad provocó un considerable freno en el desarrollo de este pueblo, con el consiguiente deterioro socioeconómico, ambiental y poblacional.
Poco o casi nada de lo que Quequén produce o tributa vuelve a su gente. Según cálculos oficiales, casi el 35% de lo que recauda el municipio de Necochea en concepto de tasas proviene de Quequén (alrededor de 15 millones de pesos anuales) pero sólo se destina anualmente un presupuesto de 800 mil pesos para atender cuestiones menores de la Delegación.
La población siente la postergación y la exclusión social en carne propia. Quequén reclama en forma urgente la realización de numerosas obras de infraestructura vitales, tales como una planta de tratamiento de desechos cloacales que actualmente se arrojan al mar y mitigar el alto grado de contaminación ambiental.
Los autonomistas entienden que la creación de un nuevo municipio le permitiría a Quequén un desarrollo integral con una visión enfocada especialmente en lo local.
La ubicación estratégica es seguramente el punto más fuerte y que le da sustentabilidad al proyecto del nuevo municipio: cuenta con una geografía muy apta para la actividad rural y una salida al mar consolidada y con gran proyección al futuro para la actividad agroexportadora, como lo es el Puerto de Quequén.