“Nunca el uso de la violencia lleva a la paz. La guerra llama a la guerra”, dijo Francisco.
El papa Francisco rechazó una intervención militar en Siria como proponen Estados Unidos y sus aliados, condenó con “particular firmeza” la utilización de armas químicas en ese “martirizado país”, e instó a no apelar a la violencia sino al diálogo para resolver conflictos.
“Nunca el uso de la violencia lleva a la paz. La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia”, advirtió durante el rezo del Angelus en el Vaticano.
El pontífice exhortó a las partes en conflicto a “no cerrarse en sus propios intereses”, sino a “emprender con coraje y decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando el ciego enfrentamiento”.
Francisco convocó también para el 7 de septiembre, víspera de la fiesta religiosa de la Natividad de María, reina de la paz, a una jornada de ayuno y de oración por “la paz en Siria y en Medio Oriente y en el mundo entero”.
“El 7 de septiembre en plaza San Pedro, aquí de las 19 (hora de Roma y 24 de Buenos Aires), nos reuniremos en oración en espíritu de penitencia para invocar a Dios este gran don para la amada nación Siria”.
“La humanidad necesita ver gestos de paz y oír palabras de paz”, aseveró durante el rezo de la tradicional oración mariana.
El Papa dijo que “en estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los dramáticos desarrollos”.
“Con toda mi fuerza pido a las partes en conflicto escuchar la voz de la propia conciencia, no cerrarse en sus propios intereses sino mirar al otro como un hermano y emprender con coraje y con decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición”, sostuvo.
Francisco condenó con “particular firmeza el uso de las armas químicas” y exclamó: “Cuánto sufrimiento, cuánta devastación ha llevado y lleva el uso de las armas en este martirizado país, especialmente en la población civil e inerme”.