La Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa)con la firma de Gabriel Quercia y el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa)con la firma de Oscar Fortunato reclamaron la urgente puesta en marcha de un plan integral de dragado en el puerto de Mar del Plata, “que permita recuperar la plena operatividad de una de las principales infraestructuras productivas de la provincia de Buenos Aires y de la Argentina”.
En el comunicado expresan:“El primer y más importante puerto de ultramar del país atraviesa desde hace años por una delicada situación que tiende a agravarse.
Como consecuencia de una inadecuada y escasa inversión en mantenimiento, la estación marítima carece de las condiciones mínimas e imprescindibles para seguir cumpliendo con normalidad con sus funciones productivas, pesqueras, de astilleros y reparaciones navales; de defensa, deportivas y turísticas para las cuales fue concebida hace más de 100 años”.
Y más adelante agregan:“La continua acumulación de arena, tanto en las vías de acceso como en las muelles perjudica la operatividad de la flota pesquera e impide actualmente recibir a buques portacontenedores, petroleros o cruceros turísticos, entre otros. La falta de calado provoca que resulte imposible el ingreso de este tipo de embarcaciones, al mismo tiempo que pone en riesgo la navegación de los barcos pesqueros de mediano y mayor porte.
Estas circunstancias reflejan el enorme retroceso experimentado en los últimos años por un puerto que dejó de actuar como un elemento dinamizador de la economía”.
Y luego sostienen:“ Muy por el contrario, las crecientes dificultades generadas por la sedimentación sumadas a la pérdida y la obsolescencia de parte de su infraestructura -muelles, vías de acceso terrestres y ramal ferroviario- provocaron a que el puerto de Mar del Plata ya no pueda ser considerado como una ventaja competitiva de la región para captar inversiones, crear nuevos puestos de trabajo y generar riqueza.
Más bien, la degradación del puerto acentuó el deterioro de todas las actividades que dependen de manera directa e indirecta de su correcto funcionamiento.
Sólo la industria pesquera experimentó en el último año la multiplicación de sus costos logísticos por no poder seguir exportando sus productos directamente desde Mar del Plata”.
Y después puntualizan: “La falta de navieras obliga a la industria a despachar su mercadería a través de Capital Federal, para lo cual debe realizar una inversión adicional de entre U$S 2.000 y U$S 2.300 para asegurarse que cada contenedor llegue al puerto de Buenos Aires. Esta cifra, dedicada a solventar el traslado de la mercadería desde Mar del Plata hasta Buenos Aires, equivale al 50% del valor del flete de un contenedor entre Buenos Aires y Europa.
Además, este valor multiplicado por la cantidad de contenedores que la industria pesquera marplatense podía despachar en un año por vía marítima desde la ciudad (en 2005 fueron unos 8.380) marca la pauta de las enormes pérdidas económicas que sufre el sector, situadas entre los 17 millones y los 20 millones de dólares en concepto de sobrecosto por transportar por tierra esa misma cantidad de mercadería en los últimos 12 meses”.
Y concluyen:“Buena parte de la industria radicada en Mar del Plata y en la región, pero en especial la pesca, requieren de un puerto plenamente operativo para funcionar y ser competitiva”.