El objetivo del programa es garantizar la seguridad de la comunidad educativa –docentes, personal, alumnos y padres- trabajando sobre la prevención de accidentes y actos de violencia dentro y fuera de los establecimientos y fomentando la participación ciudadana en el cuidado y la protección mutua.

Según el proyecto, la implementación del Programa estará a cargo de la Secretaría de Educación y de la Dirección de Seguridad Ciudadana, y cada uno será aprobado previamente por una comisión integrada por autoridades, personal docente y no docente, padres y alumnos de cada establecimiento educativo.

A su vez, se prevé la creación de un registro de los comercios y los vecinos que se incorporen al Programa en cada circuito delimitado, con la intención de ofrecer ayuda ante casos de accidentes viales, hechos de violencia o delitos.  

Al respecto, los ediles explicaron que “el espíritu de esta iniciativa es fomentar líneas de acción para combatir a la inseguridad que tengan que ver con la planificación concreta de políticas públicas, la solidaridad y la participación ciudadana, porque creemos que esas son las herramientas más efectivas”.

Asimismo, sostuvieron: “Es necesario que cambiemos el paradigma y dejemos de pensar que la solución para la inseguridad está en la mano dura y en el castigo, porque la clave verdadera es la prevención”. 

Los comercios y vecinos adheridos al Programa deberán exhibir en sus puertas una oblea o identificación visible para que los diferentes actores de las comunidades educativas incorporados al Programa puedan solicitar su ayuda ante casos de accidentes viales, hechos de violencia o delitos.  El proyecto también establece la utilización de las cámaras de vídeo vigilancia dentro de los “Corredores Municipales de Seguridad Escolar”, ajustándose al programa dispuesto por la Dirección de Seguridad Ciudadana.