El flagelo de la inseguridad no merma. Crece, se reproduce y se expande sin oposición. Por eso, ante las constantes perpetraciones, varios comercios, en especial en la Peatonal San Martín, optaron por colocar en sus vidrieras leyendas exigiendo seguridad(FOTOS)
La situación genera impotencia. Un hombre, con mucho esfuerzo, consigue abrir su negocio, lo rentabiliza e, inesperadamente, se ve atropellado por los delincuentes. Los roban a la luz del día u otras veces delinquen en la oscuridad de la noche. Pero siempre el comerciante es la víctima. Y a empezar de cero.
El mismo trabajador tiene la esperanza de que la realidad cambie. Vuelve a abrir su negocio, pero enseguida es sometido nuevamente. Entonces comienza a descreer. El gobierno no da garantías. De todas formas, los comerciantes apoyan a las autoridades.
Ya es moneda corriente los asaltos en los distintos locales. Ahora también, en la Peatonal San Martín, una de las arterias más visitadas en la ciudad donde hay una presencia policial más marcada.
Sin embargo, esto no ahuyenta a los ladrones. No hay una barrera clara que les impida proseguir con su accionar. El poder político no encuentra la fórmula. Algunos piensan en reforzar el cuerpo policial, otros, con mandar a custodiar a la Prefectura. Algunos hablan de la implementación de cámaras de seguridad. Todos parches, nunca una solución de fondo.
Mientras tanto, el ciudadano sigue siendo víctima de la inseguridad. Ya no saben qué hacer para solucionarlo. Por eso, ponen carteles en sus vidrieras, como una plegaria para no volver a ser invadidos por la delincuencia. Los letreros han cambiado. Ya no se exhiben las ofertas, sino que se llama a la seguridad.