- ¿Cómo viste el tema del colectivero apuñalado?

- Primero, cuando salieron a decir que en Mar del Plata iban a instalar 10 mil botones antipánico hasta diciembre, terminaron en un número de mil. La observación que hice era que si el 5% de los comerciantes y vecinos de General Pueyrredon tocaban el botón en un lapso de dos horas, en Mar del Plata hay 70 u 80 patrulleros con capacidad de respuesta. El 5% de 10 mil son 500. Si 500 personas en dos horas tocaban el botón, mi planteo era cómo iban a dar respuesta. Es muy fácil salir con respuestas facilistas y mediáticas para resolver este tema o intentar creer que se resolvió este tema tocando un botón. No hicieron falta las 500 personas, tocó uno y no hubo respuesta.

- ¿Y el tema de la inseguridad?

- Hace tiempo que vengo diciendo que lo que hay que ser serios y no son serios. Hay que ponerse a trabajar en serio y entender que la política de la seguridad es una política de estado y no partidaria. La inseguridad afecta a todos y no distingue entre radicales, peronistas, frenteamplistas.

- Una política de continuidad.

- Exacto. Entonces, para hacer eso, lo primero que hay que hacer es convocar un observatorio municipal de seguridad ciudadana que es el ámbito donde uno empieza a discutir con los actores sociales dentro del partido de General Pueyrredon. Cuando digo actores sociales me refiero a la política, el intendente, la fiscalía general, las organizaciones de víctimas del delito, la universidad y sobre todo las empresas de seguridad privada y vigilancia privada que también tienen mucha información para aportar a ese observatorio. En función de eso, hay que ponerse a trabajar seriamente y en un plazo de seis meses a un año decirles a los vecinos que entre todos hemos construidos una alternativa y que la solución pasa por acá. De ahí se verá si la solución pasa por la policía comunitaria, por multiplicar las cámaras de seguridad, por tener más presencia de la fiscalía descentralizada por los barrios. Hay un montón de factores que vamos a presentar en nuestro programa dentro de dos semanas que hacen a la seguridad. La nuestra no es la única ni la mejor, pero tenemos que tenemos que sentarnos a debatir algo que nos dé una proyección para saber que en diez años vamos a estar mejor que hoy.

- ¿Cómo ves al oficialismo?

- Lo que se está haciendo desde el municipio es desaprovechar una oportunidad única en la materia. La verdad es que, así como reclamamos al gobierno nacional y provincial que bajaran más fuerzas policiales a la ciudad y lo hicieron, después podemos discutir si sirve o no, yo tengo en claro que la situación de la inseguridad en Mar del Plata está desbordada. Tengo en claro que es la peor ciudad hoy en Argentina en materia de inseguridad. No lo dice Emiliano Giri, lo dicen altas esferas policiales de la provincia de Buenos Aires.

- ¿Por qué creés que sucede esto?

- Primero, el tema de la droga es uno de los principales problemas en el partido de General Pueyrredon. No hay barrio en el que vos estés que no te digan los vecinos atemorizados en qué lugar se vende droga, quiénes son los chicos que caminan el barrio con armas en las manos. Eso pasa a 40 cuadras del centro. Pasa en todos los barrios. Entonces, el tema de la droga es importante, el tema de las armas y el tema de la cárcel de Batán.

- A eso quería llegar.

- Es un tema que tenemos que resolverlo el de la cárcel de Batán. Tenemos que trasladar y reconvertir el penal de Batán. Mar del Plata no puede seguir sosteniendo esa cárcel en el medio de la ciudad. Eso genera un problema social y de inseguridad que agrava el problema en el que estamos. Hay 1500 presos donde el 70%, muchos de ellos sin condena firme, son del interior del país y del conurbano de la provincia de Buenos Aires. En los últimos treinta años se ha generado que de tres o cuatro asentamientos que teníamos en el año ’80, ahora tengamos 48 en el año 2013. La gran mayoría tiene que ver con la cárcel. Es la segunda ciudad con mayor densidad por kilómetro cuadrado en la provincia y tiene en el centro productivo una cárcel.