El Secretario de Cultura dijo que “este premio es un reconocimiento al esfuerzo y compromiso que los artistas realizan día a día para expresar sus ideas, pensamientos y, al mismo tiempo, reforzar nuestra identidad cultural”.

Asimismo, Laserna también aprovechó para destacar “las obras de teatro locales, las cuales tuvieron 3 menciones y 16 nominaciones a los premios Estrella de Mar. Trabajamos a sala llenas en los escenarios municipales“.

En ese sentido, el funcionario remarcó que “hicimos un convenio muy importante con productores teatrales para que marplatenses y batanenses tengan un 25% de descuento de las obras. Ya hemos entrega 40 mil constancias para acceder a este descuento. Todos los días los productores nos dicen que son muchísimos los vecinos que lo utilizan. Esto es fundamental para fomentar el acceso a bienes culturales y, a su vez, también para fomentar el desarrollo de la actividad cultural en la ciudad”.

Por otro lado, el titular de Cultura también confirmó que “estamos presentando esta semana un proyecto de Ordenanza para promocionar el teatro independiente de Mar del Plata. Esto es muy importante ya que es mucha la cantidad de producción local que se realiza y desde el Estado Municipal debemos fomentarla”.

Tras la presentación de una coreografía creada especialmente por Mercedes Osta, con música de la obra “A las Mil Maravillas” y dirigida por Ana María Zaninetti, se presentó una proyección audiovisual en la que se destacó la figura del actor y dramaturgo José María Vilches, primer ganador de este premio en 1984.

Luego, los miembros del jurado hicieron entrega de las menciones a las obras que fueron consideradas para dar paso a la entrega del Premio a la innovación escénica –que se entregó por primera vez y fue otorgado a la obra “La Casa de Bernarda Alba”- y finalmente la entrega del Premio Municipal de Cultura José María Vilches a “El Conventillo de la Paloma” de Alberto Vaccarezza.

De acuerdo a los fundamentos esgrimidos por el jurado del Premio, esta pieza teatral fue merecedora del premio puesto que, “vista a 85 años de su estreno nos devuelve una mirada grotesca y crítica de un proyecto de país pero también una red de solidaridades y prácticas culturales que signaron las décadas siguientes de la cultura popular en nuestro país”.

La puesta está protagonizada por Claudio García Satur, Fito Yanelli, Daniel Miglioranza, Horacio Peña, Ana María Cores, Ana Acosta, Irene Almus, Marcela Ferradás, Alfredo Castellani, Néstor Sánchez, Cutuli, Oscar Lajad, Ricardo Barrios, Julio Viera, Gustavo Bassani, Nicolás di Rago; junto a las vecinas Diana Arias, Johana Copes, Mónica D’Agostino, Ivana Smoljanovich, Karina Rivera, los vecinos Francisco Menchaca, Emanuel Duarte, Diego Freigedo y Fernando Mercado, y los músicos Pablo Jonisz en bandoneón, Bruno Giuntini en violín y Julián Bruno en guitarra.
Además, la obra cuenta con la voz en off de Raúl Lavié, coreografía de Juan Carlos Copes, iluminación de Leandra Rodríguez, vestuario de Maribel Solá y escenografía de René Diviú.
La dirección musical de esta pieza está a cargo de Gaby Goldman, la producción ejecutiva de David Hoyo, Ana Riveros y Santiago Carranza y, dirección de Santiago Doria.

Se entregaron menciones y el Premio a la Innovación Escénica

Por primera vez Cultura Mar del Plata entregó también una distinción a la innovación escénica, que en este caso recayó en la obra “La Casa de Bernarda Alba”, ya que, de acuerdo a la valoración del jurado, la puesta “nos mantiene expectantes del desarrollo trágico en virtud de propuestas escénicas atrevidas y transgresoras, la resolución de la escenografía, la iluminación, vestuario; y, sobre todo, en palabras del director José María Muscari, por haber podido hacer de un clásico una obra popular”.

Asimismo, tres diferentes obras recibieron menciones por sus diversos aportes. “Moreira, la sombra de un hombre”, una versión libre de Pedro Benitez, reconocida por recuperar el género del folletín de finales del siglo XIX e introducir elementos del teatro clásico, pero a la vez manteniendo el formato periodístico original.

Por su parte, “Estrella Negra” se destacó por resolver -desde precisas y despojadas técnicas actorales y propuestas escenográficas- las complejas operaciones políticas y culturales que se confrontan con una subjetividad decidida quedando como eje de la puesta la reivindicación de la mujer.

Y, por último, “Bodas de sangre”, de Federico García Lorca e interpretada por el teatro de la Universidad Nacional de Mar del Plata, obtuvo esta mención por ajustarse y crecer desde la puesta trágica, resolviendo en escenas ámbitos diferenciales que recrean la ruralidad, con actuaciones que se distinguen por la sobriedad del rigor técnico y la consecución de un efecto conmocionante en el espectador.